Las buenas perspectivas del sector de automoción para 2015 parecen haberse reflejado en el Salón del autómovil de Barcelona que acaba de poner fin a su 38ª edición. Al menos eso se desprende del balance realizado por la organización que ha destacado la "importante actividad comercial a lo largo de los 11 días del certamen como lo certifican el importante volumen de presupuestos y ventas realizadas".

En este sentido, según Enrique Lacalle, presidente del Salón, el volumen de ventas registradas se ha situado "entre el 30 y el 40% más que en 2013", lo que a su juicio constata "el cambio de tendencia que está experimentando el sector de la automoción". Lacalle, además, ha agradecido la complicidad de las marcas, el compromiso de la patronal Anfac, así como el apoyo de las instituciones.

En esta edición, marcada por el anuncio de la octava edición del Plan PIVE, la muestra ha apostado por un modelo estructurado en cuatro áreas temáticas en las que, además de la zona dedicada a las marcas, se ha incidido especialmente en la conectividad en el presente y futuro de la automoción (Connected Car), así como los nuevos patrones de movilidad (Urban Mobility), y el diseño (Sketch Car Design).

Los visitantes que han acudido al recinto de Montjuïc de Fira de Barcelona han podido descubrir las 60 novedades que las 38 marcas expositoras (17 más que en la edición anterior) han presentado en la muestra. Entre ellas, dos primicias mundiales (los nuevos Seat Alhambra e Ibiza), tres europeas (los Lexus GS F y NX by Will.I.Am y el Jaguar XF) y las presentaciones en España del nuevo Audi Q7, el Renault Espace y el Peugeot 308GT.

Según una encuesta realizada a los visitantes, la valoración media obtenida por el certamen ha sido de 4,32 puntos en una escala del 1 al 5. Además, el 82% de los encuestados ha mostrado su voluntad de volver al certamen en próximas ediciones y recomiendan su visita.