Los talleres y concesionarios saldrán en "U" de esta crisis del coronavirus. Es la previsión que han realizado desde Roland Berger a través de la información y datos disponibles hasta la fecha. Cristobal Colón, de Roland Berger, ha conversado con Raúl González, de World Shopper España y Posventa Plural, sobre los posibles escenarios de reactivación económica en el sector de automoción tras las crisis del coronavirus.

Esta salida de la crisis con forma de "U" hace referencia a un periodo de transición hasta conseguir la reactivación de la actividad con cierto dinamismo, y es la más previsible, frente a otras opciones como la salida en "V" o una rápida recuperación, o la salida en "L", marcada por un escenario de recesión de un año.

En este contexto, las ventas de vehículos caerán en España entre el 20 y 25%; y la facturación por trabajos de mantenimientos y reparaciones, entre el 5 y 10%.

Las empresas de concesionarios y posventa, con miras, al futuro, deben trabajar en el corto plazo para gestionar la liquidez de sus negocios y asegurar su permanencia. En el medio plazo, Cristobal Colón apunta a la necesidad de estas empresas de diferenciarse, de ser capaces de ofrecer algo diferente. Además, considera que los hábitos de distanciamiento social se pueden mantener, lo que va a generar una preferencia del vehículo particular frente al transporte compartido o público, lo que ayudará a la posventa.

En el largo plazo, es importante que las empresas lleguen con un balance saneado. Se prevé una etapa de consolidación sectorial, tanto en venta como en posventa. Una situación en la que corren mayor riesgo las empresas pequeñas de la distribución y talleres independientes, ya que tienen menos liquidez y recursos para mantenerse en el futuro con un índice de actividad más bajo.

La situación en España varía sustancialmente respecto a otros países del entorno europeo puesto que la antigüedad del parque automovilístico es más elevada. Además, Cristobal Colón considera que puede sufrirse un mayor impacto, puesto que España tiene una fuerte dependencia del sector servicios y se encuentra paralizado. Esto generará una pérdida de poder adquisitivo, más paro, menor consumo. Por lo que los conductores apostarán por mantener sus coches antiguos frente a la opción de comprar coches nuevos. En el caso de los talleres, se repararán averías críticas, no aquellos desperfectos con los que puedan convivir los usuarios.