La transformación tecnológica de los vehículos, junto a los cambios en el marco legal, son algunos de los temas que más preocupan a los talleres en la actualidad, según una encuesta realizada entre las empresas asociadas a Conepa, (Federación Española de Empresarios Profesionales de Automoción). Y es que el 2020 se presenta como un año de incertidumbre en la industria automovilística, sin una clara previsión de cara al futuro, a lo que ha contribuido sin duda alguna la inestabilidad política que ha existido hasta la fecha, acompañada de los cambios tecnológicos y sociales que se están experimentando.

Desde el punto de vista de la evolución del automóvil, los profesionales de los talleres de reparación y mantenimiento sienten una preocupación creciente ante la transformación tecnológica que está viviendo el sector y en la que están entrando en juego nuevas formas de movilidad, como la irrupción progresiva del vehículo eléctrico.

Además, las variaciones legales relacionadas con el acceso a los datos inquietan a los profesionales, que lo entienden como un impedimento a la hora de competir en las mismas condiciones en lo referido al acceso de información técnica relacionada con la reparación de automóviles.

Por otro lado, el crecimiento de fenómenos como el renting o el uso del coche compartido, como consecuencia de un desinterés por disponer del tradicional coche en propiedad, también crea incertidumbre en el sector. Estamos asistiendo a un cambio en los hábitos de consumo que afectará a los talleres de reparación. Las flotas necesitarán de una mayor asistencia en detrimento del mercado de particulares.

En lo que respecta a la visión empresarial, los propietarios de talleres se sienten preocupados por el aumento de la burocracia, desde el punto de vista de mantener los presupuestos actualizados, un mayor control de los albaranes, la organización del trabajo clara o el disponer de una contabilidad que es llevada al día, entre otra documentació que deben tener a punto.

Lo anterior expuesto se relaciona con las continuas y crecientes obligaciones legales. Aunque muchos de estos trámites se hagan por mejorar la gestión del taller, la gran mayoría serán obligaciones de cumplimiento legal para no enfrentarse a multas y sanciones administrativas.

A esto se suman las numerosas inspecciones y controles por parte de las autoridades sobre su actividad. Las auditorías eléctricas o sobre prevención de riesgos laborales son algunas de las más frecuentes.

Finalmente, dos hechos que inquietan a los profesionales del sector son la falta de personal cualificado y las carencias de la formación profesional reglada, de cara a los nuevos retos a los que se enfrenta el sector de la automoción en España.