Mann Hummel Ibérica, que lleva años trabajando en su plan “vertedero cero”, para conseguir, hasta 2023, la total reciclabilidad de los residuos, ha informado de que en 2020 solo el 2,05% de sus residuos se destinaron a vertedero. Eso supone una disminución de la tasa de reciclaje (97,95%) motivada por la introducción en la compañía de “la gestión de las mascarillas como residuo biosanitario”, según han manifestado.

Además, durante el pasado año registró una reducción del volumen de residuos del 15,5%, lo que implica una mejora en el aprovechamiento interno de los recursos. Tal y como han indicado desde la sede de la compañía en Zaragoza, para conseguir su objetivo estratégico, “buscamos siempre una gestión lo más sostenible posible para cada tipo de residuo, promovemos el consumo responsable, la reutilización interna del desecho y el reciclado externo de todo lo que no se puede aprovechar internamente”. Y dentro de las opciones de tratamiento sostenible (reciclaje o valorización energética), priorizan siempre las opciones de reciclaje si están disponibles.

Respecto a su otro objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, Mann+Hummel lbérica sigue apostando por la compactación de los residuos, sobre todo las piezas termoplásticas, el papel y cartón y los sólidos inertes.

Y en cuanto a los residuos peligrosos, aclaran que solo “el 2,3% de los residuos que se generan en nuestra planta de producción se consideran peligrosos, y como tales, son manipulados por gestores específicamente autorizados para cada tipo de residuo”. Y añaden al respecto que en 2020 se han incluido en este tipo de residuos las mascarillas quirúrgicas utilizadas por los empleados, para que tengan “un tratamiento adecuado y amigable con el medioambiente”.