Reparación | "El mecánico tiene que prepararse para los coches futuros. El pasado es anecdótico"

Lluís Tarragó, antiguo director general de AD Parts, con casi 50 años de experiencia en el sector, es el encargado de inaugurar el programa de entrevistas de Grup Eina, #Reflexiones. En esta entrega, se tratan los temas del funcionamiento de los talleres en el pasado, la electrificación y la gestión de equipos.

Grup Eina inicia #REFLEXIONES, el programa de entrevistas protagonizado por personas que han mejorado el sector de los talleres. El primer capítulo ha contado con Lluís Tarragó, antiguo director general de AD Parts.

Lluís Tarragó, perito industrial de formación, empezó en el mundo de la automoción en el año 1971, en una multinacional (Bendix) ejerciendo de ingeniero de ventas creando y comercializando piezas de vehículos que hoy en día son un icono de nuestro país, como el primer equipo de varios Citroën.

"En la multinacional que trabaja, al principio, el recambio era algo secundario, casi un mal necesario. Con el paso de los años se encontró la necesidad de organizar y pensaron en mí. Yo me adapté y se pensó más en un servicio, en una logística".  

Un recorrido de 24 años en esta primera etapa. En su segunda etapa, se dedicó en cuerpo y alma al sector de la distribución (AD Parts) hasta su jubilación. En total, Lluís Tarragó atesora casi 50 años de experiencia en el sector.

En la entrevista, con un coche clásico acompañándole de fondo, Lluís Tarragó recuerda sus tiempos en activo en el sector de la automoción: "Había mucha estandarización. Por ejemplo, el disco de freno se compartía en diferentes modelos, por lo que una sola referencia servía para muchos vehículos. La comercialización del recambio en aquella época, tenía unas características de varias cantidades. Es decir, había pocas referencias y grandes cantidades." A lo que añade: "Solo salía al mercado lo que se fabricaba a nivel nacional, había quizá algún coche de importación, especialmente alemán, pero poco volumen".

Haciendo referencia a lo anterior, Lluís Tarragó defiende que es muy importante evolucionar: "Hay que ir evolucionando con lo que el mercado te ofrece y con lo que las empresas desean potenciar".

La formación en los talleres

A continuación, se aborda el tema de la formación en centros de reparación: "Cuando yo estaba en activo, solo la hacían empresas de productos muy técnicos y de elementos de seguridad. Era muy difícil que los talleres comprendieran la necesidad de ir adaptándose a los nuevos productos, a las nuevas técnicas. Como ejemplo pongo las bujías. Solo había dos tipos, de rosca corta y de rosca larga. Luego se fueron sofisticando y se fue entendiendo que los grados técnicos tenían mucha importancia. Al principio se convocaba a los talleres, con un incentivo, una merienda, una cena, que no coincidiera con el fútbol, porque sino, si que no venía nadie. Se tenía que llamar por la mañana para que acudieran a la tarde y así, incluso, había muchos que faltaban. La importancia era muy relativa, pero por suerte, con el tiempo ha ido evolucionando".

Electrificación

A pesar de contar su valiosa experiencia, Lluís Tarragó afirma que "el mecánico todo lo que tiene que hacer es prepararse para los coches futuros. El pasado es anecdótico".

Así, a la pregunta sobre el panorama del parque eléctrico, contesta: "Es un proceso imparable que nunca ha dejado de evolucionar. No solo en el automóvil, todo va variando y seguirá. No hay duda. No sabemos hacia donde se dirige. Hablar de híbridos hace cinco años, muy poco, ahora ya se habla de pilas de hidrógeno y todo lo que vendrá detrás".

"Ha cambiado todo pero no siempre progresivamente, de hecho, bastante de golpe. Por ejemplo, cuando entre en la multinacional, se presentó el freno electrónico, que sonaba a chino en el 71 y tardó años y años, incluso cedieron la patente, no fue para nada una cosa de un día para otro. En el mercado había un sistema de kits para mejorar las prestaciones de los coches porque algún componente era justito. En cambio, ahora los coches salen de serie y tenemos un error y cambiamos la pieza. Se vendían pistones, aros de sobremedidas, había un trabajo de recuperación de la pieza importante".  

Y sobre este trabajo de cambiar piezas cuenta que "antes los catálogos eran todos en papel. Era el recambista quién llamaba y con un par de preguntas 'adivinaba' que pieza tenía que enviar al taller. Era él quién tenía que deducir cual era la pieza adecuada. Si tenía dudas, mandaba dos o tres referencias. Y luego una vez probada, las devolvía". 

"Actualmente, en pocas horas tienes la pieza", le plantea el entrevistador. "Ha variado muchísimo, el mercado español en Europa es el que más ha marcado la tendencia. Los demás países han ido cogiendo esta sistemática. Cada mercado en Europa era distinto, por ejemplo, los ingleses cambiaban una zapata diferente, las cuatro, imposible".

Gestión de equipos

"Es importante tener gente motivada y que aporte todo lo que pueda a la empresa. No es fácil, depende de la manera de ser y la formación de la persona. Decía un compañero que las empresas nacían de un señor que empezaba a vender el producto que tenía. Cuando crecía, cogía un técnico que le diseñara el producto. Luego había que fabricarlo bien, lo que pasaba a la producción, tenía el poder máximo dentro de la empresa. Después se necesitaba un financiero que venía, cortaba por aquí, por allá, y al final, en todo este proceso, se había olvidado de diseñar bien, de vender bien, y había que volver a pensar que se necesitaba. Por lo que, los equipos son fundamentales. En nuestro caso, todavía hacemos una cena para seguir viéndonos. Nos juntamos casi 30 personas".

Para terminar, el antiguo director general de AD Parts afirma: "Todo cambia. Lo que hoy es realidad mañana puede no serlo. Es necesario adaptarse al ritmo correcto. Ir demasiado deprisa y querer adelantarse tiene sus riesgos. Hemos de ir dos pasos por delante pero sin excederse. Ni demasiado pronto ni demasiado tarde. Siempre con una perspectiva de futuro lo más clara posible". 

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