El sábado 21 de junio comienza oficialmente el verano. Y se espera un estío especialmente cálido, repleto de unas olas de calor que serán las grandes protagonistas. La muestra anticipada es un junio con temperaturas anormalmente altas. Los vehículos no son ajenos a estas condiciones y hay determinados elementos del vehículo que se pueden ver comprometidos, bien averiándose o bien reduciendo su vida útil. Ante esta situación, Norauto, cadena de mantenimiento integral de automóvil, ha querido ayudar a talleres y clientes elaborando un listado de aquellas partes de los coches que más sufren con las altas temperaturas ofreciendo también una serie de recomendaciones para prevenir que esto ocurra en cada una de ellas.
“Aunque los vehículos están preparados para aguantar el frío o el calor, las altas temperaturas son especialmente perjudiciales, por ello, resulta primordial poner en práctica una serie de medidas que nos pueden ayudar a que el calor afecte lo mínimo posible a nuestro coche, especialmente ante un verano intenso como el que se pronostica, hablamos de elementos tan importantes como la batería, la refrigeración, los frenos, sistemas electrónicos o el sistema de climatización, entre otros”, afirma Xavier Celda, manager en tienda de Car Repair y Taller de Norauto España.
Estos son los seis elementos -y un séptimo que incluye varios componentes más- que más debemos vigilar y cuidar en este asfixiante verano:
- La batería es uno de los elementos que más sufren con las temperaturas extremas. Tal y como detallan desde la marca, el ácido del interior de la batería se seca con más facilidad si hay calor. Si la batería está cerca del final de su vida útil, tiene muchas más posibilidades de estropearse. Por ello, en la mayoría de las ocasiones es necesario realizar un cambio de batería. Verano es una de las épocas del año en el que más cambios de batería se realizan. Easy Battery, el servicio de Norauto de cambio de baterías a domicilio, se encuentra en pleno rendimiento durante estos meses. Sólo durante julio y agosto se realizaron cerca de 3.000 servicios el año pasado.
- Neumáticos en buen estado para evitar reventones, pinchazos y un desgaste prematuro. Aunque los neumáticos se someten a duras pruebas, el asfalto puede llegar a registrar temperaturas muy altas y, durante muchos kilómetros, puede repercutir en su eficacia y estado, especialmente si estos no están en buenas condiciones. Es importante circular siempre con neumáticos que no estén desgastados, que no tengan cortes, grietas ni bultos. También es relevante hacerlo con la presión correcta.
- Atención a la evaporación de los líquidos con las altas temperaturas. Desde Norauto aconsejan prestar especial atención al líquido refrigerante o anticongelante. El sistema de refrigeración debe funcionar correctamente para que no se produzca una avería grave provocada por el calor. También hay que revisar el líquido de frenos y el aceite, además de no olvidarse del líquido limpiaparabrisas. Aunque no se le presta la debida importancia, es fundamental para eliminar la suciedad e insectos del parabrisas, lo que facilita así la visibilidad y, por lo tanto, la seguridad.
- No olvidarse del sistema de frenado, que puede funcionar peor con altas temperaturas. Al respecto, se recomienda no realizar frenadas prolongadas para lograr que se refrigeren. Hay que tener en cuenta que los frenos se pueden sobrecalentar con el calor. Además, se deben revisar ante estos síntomas: pedal del freno que se hunde o que está muy duro, pérdida de capacidad de frenado, ruidos o vibraciones al frenar.
- Deterioro del alternador. De hecho, es uno de los elementos que más visitas al taller genera en verano. En estos periodos de calor, una temperatura ambiente especialmente alta contribuye al calentamiento del alternador. Si esto ocurre, se producirá un olor a goma o cable quemado y, por supuesto, el alternador estará demasiado caliente al tacto. Prevenir este sobrecalentamiento es importante para evitar daños graves.
- Sistemas electrónicos afectados por las altas temperaturas. El navegador, cuadros digitales o sistemas de infoentretenimiento puede verse perjudicados, especialmente si les da el sol de manera directa.
- No hay que olvidarse de otros elementos como las escobillas, el salpicadero, las ópticas, las gomas o las juntas.
Prevenir en el taller para no curar
Ante cualquiera de estos escenarios no deseados, Norauto ofrece algunos consejos para evitar, en la medida de lo posible, que el coche se vea afectado por el calor:
- Evitar estacionar en la calle, en las horas de más calor y en zonas sin sombra. Si hay que aparcar el coche en la calle, hay que procurar hacerlo en zonas de sombra y lejos de la playa para evitar el impacto de la brisa marina, que también deteriora el automóvil. La mejor opción siempre va a ser un garaje cerrado.
- Utilizar fundas y protectores. Hay fundas tanto para cubrir completamente el vehículo (recomendable para estancias prolongadas), como para proteger los asientos y el volante. También hay que utilizar parasoles o cortinillas para evitar las altas temperaturas dentro del automóvil, protegiendo especialmente la parte electrónica como las pantallas.
- Evitar dejar el coche estacionado durante largos periodos de tiempo. Los expertos recomiendan arrancar el coche con frecuencia y hacerlo circular.
- Revisar el vehículo con periodicidad para comprobar que todo está bien. Dejar el vehículo parado durante todo el verano, sin revisar que está en buenas condiciones, es muy perjudicial, ya que podemos encontrarnos con averías inesperadas una vez llegue el momento de circular.
- Evitar la humedad y el salitre, sobre todo, si se veranea en zona de playa. Y es que la humedad, junto al calor, puede afectar al sistema eléctrico del vehículo. Además, también pueden surgir problemas con el alternador, el motor de arranque, la correa o los latiguillos de los frenos.
- Temperatura ambiente óptima dentro de habitáculo. Se recomienda utilizar el aire acondicionado y climatizador para que el coche alcance la temperatura deseada. Se aconseja ponerlo en marcha antes de conducir para un mayor confort. También es recomendable abrir puertas y ventanas antes de subir al coche, especialmente en las horas de más calor.
- No hay que olvidarse de la puesta a punto del vehículo: líquidos, estado de la batería, neumáticos… Los elementos del automóvil que más se ven afectados por el calor deben ser especialmente revisados.