Para conseguir esta aspiración se aconseja facilitar a los consumidores una información clara sobre su derecho a elegir libremente el taller, así como el estado de las reparaciones y los costes; una información que debe ser aportada por las aseguradoras y los intermediarios.Para conseguir este objetivo, el informe desarrolla una serie de recomendaciones. En primer lugar, aconseja analizar regularmente las opciones reales, las ventajas de una mejora de la productividad y la relación entre la calidad y el coste de las reparaciones. Igualmente, plantea la supervisión a nivel nacional de las relaciones de las empresas con el consumidor, y entre las propias empresas (incluidas las compañías de seguros y de compraventa de automóviles), así como destinar más recursos a la formación de los profesionales de las reparaciones.Por otro lado, el documento solicita la creación de registros nacionales de carácter voluntario para los profesionales de las reparaciones, en los que figurarían las competencias, el nivel de formación, el precio de los recambios y el coste unitario.