Reparación | Los fallos más genéricos del caudalímetro

Se trata de un sensor muy delicado y su mal mantenimiento puede derivar en averías más graves.

Caudalímetro
Caudalímetro

El caudalímetro de un vehículo es una de sus piezas que más probabilidades tiene de presentar una avería. Sin embargo, en raras ocasiones es la verdadera razón de la avería.

Sólo hay cuatro razones que pueden provocar una avería que sea del propio caudalímetro, según precisan desde ABC, por un defecto de fábrica, un problema eléctrico, se corte el hilo o se cree una costra de suciedad en él. Principalmente, cuando no se detecte comunicación entre este componente y el motor, por lo que probablemente habrá un fallo en la conexión.

Normalmente, los fallos que se achacan al caudalímetro suelen proceder de otras piezas como la válvula EGR o los filtros del aire. En este último caso, su mal estado son los principales causantes de los fallos más comunes en este sensor, ya que no realizar a los filtros un correcto mantenimiento contribuye a generar una mayor suciedad que se acumula en la pieza.

El caudalímetro es un sensor que mide la cantidad de aire que atraviesa el tubo de admisión del motor, datos necesarios para calcular la mezcla de combustible necesaria para el motor. Si el sensor falla, el motor empieza a contaminar y a gastar más combustible. Además, puede derivar en otros fallos más graves llegando a afectar al turbocompresor, así como a los pistones y las culatas por excesos de temperatura.

En definitiva, se trata de una pieza muy sensible que se recomienda manipular lo menos posible. Normalmente, no suele ser necesario limpiarla con regularidad ya que posee un efecto pirólisis y se auto limpia cada vez que se apaga el vehículo.

Sin embargo, hay ocasiones en las que hay que al desconectarlo para acceder al filtro de aire, por lo que al desmontarlo se pueden ver afectados los cables y al volver a instalarlo da fallo.

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