Los talleres españoles de reparación y mantenimiento de vehículos registraron unas ventas globales de 12.380 millones de euros en 2018. Ello supone un crecimiento del 2,3% en su cifra de negocios, y del 2,7% en el número de operaciones realizadas, según los datos de Conepa.

La Federación Española de Empresarios Profesionales de Automoción subraya que el segundo semestre del año registró un mejor comportamiento que el primero: un 2,7% de crecimiento entre julio y diciembre frente a un 1,8% de aumento en enero y junio, siempre comparando con esos mismos periodos de 2017. 

Tras unos años de incrementos superiores -el 3,7% en 2015, el 3% en 2016 y el 2,7% en 2017-, en los que se produjo una mejora respecto a las cifras negativas registradas en años anteriores, en 2018 se ha moderado el incremento del volumen de negocio, que ya es similar al que registraba el sector de los talleres antes de la crisis económica. 

La ya persistente baja rentabilidad de las empresas del sector se ha estabilizado, con una ligerísima tendencia positiva.

Por especialidades, electromecánica y carrocería presentan evoluciones similares en cuanto a crecimiento y rentabilidad en el conjunto del territorio español.

Las averías crecen más que el mantenimiento

Conepa alerta además sobre que las operaciones relacionadas con averías crecen más que las de mantenimiento periódico o preventivo. Un síntoma de la mala salud del parque español y la necesidad de seguir incidiendo en campañas que estimulen el cuidado responsable de los automóviles, ante esta preocupante reducción del mantenimiento preventivo.

La tendencia al crecimiento en el empleo de los dos últimos años, por su parte, se ha ralentizado en el segundo semestre. Conepa estima que el sector ha creado en torno a 2.700 puestos de trabajo en 2018, superando en el momento actual las 150.000 personas. 

En cuanto a las previsiones de Conepa para 2019, muestran un crecimiento similar en términos porcentuales al de 2018. La federación de talleres muestra especial preocupación por la escasa rentabilidad de las empresas en un momento en que el sector debe prepararse para afrontar notables inversiones, tanto en medios materiales como humanos, a fin de responder a las necesidades de los vehículos modernos.

La federación recuerda asimismo que la incertidumbre con respecto al futuro del automóvil encabeza las preocupaciones del sector e insiste en que dificulta más la planificación de las empresas que un real cambio disruptivo.

Finalmente, la federación aprovecha también el momento del balance para poner de manifiesto una vez más el exceso de regulación del sector, que se traduce en múltiples obligaciones normativas para los talleres, en su mayoría micropymes. Por ello, pide a los legisladores, europeos, españoles, autonómicos y municipales, una racionalización de las normas que les afectan.