Uno de cada cuatro distribuidores se muestra con plena confianza en su fortaleza para salir con éxito de la crisis del Covid-19. Esa fue una de las principales conclusiones que Fernando López, CEO de Gipa, aportó en su ponencia en "Aser en Directo", el innovador evento del grupo distribuidor de recambios que ha sustituido a su quinta Convención Anual. Porque según López, "salir salimos y no muy tarde, ya os lo adelanto", porque la "distribución se ha adaptado como lo ha hecho el resto de la sociedad" a las circunstancias especiales de esta pandemia. Además, el 90% de los recambistas cree que saldrá de esta situación, con más o menos dificultades, mientras que solo el 5% considera que su futuro está en entredicho por la crisis del sector.
Para el mercado independiente "todas las variables ayudan a ese sector", según López, quien pronostica una salida de la crisis a finales de 2022 "si no cometemos demasiados errores y nos vamos adaptando". Es entonces cuando se recuperarán, según sus estimaciones, los niveles de actividad de 2019 como primer año prepandémico. Más difícil lo tendrán las redes oficiales, que no recuperarán dichos niveles hasta el segundo semestre de 2023, es decir, con un año de retraso con respecto al mercado independiente.
Fernando López quiso poner en valor las dos principales acciones realizadas por los recambistas en los inicios de la crisis, para prepararse ante lo que se avecinaba. La primera, aplicar ERTES, pero sin realizar despidos ni mucho menos mayoritarios. Y la segunda, reducir los niveles de stock hasta el 4%, según los datos manejados por GIPA, siendo esta una de las lecciones aprendidas de la crisis de 2008, que tuvo en este factor un problema importante para los distribuidores. "Eso ha permitido no tener grandes problemas ni de liquidez ni de impagados", explicó López, lo que demuestra que salvo excepciones conocidas, no se hayan producido cierres.
Además, López incidió en los factores que pueden afectar a la la posventa independiente, como la bajada de las matriculaciones hasta el 33% y el envejecimiento del parque circulante "a un ritmo que jamás habíamos visto" más allá de los 12 años. Según sus previsiones, en enero el 40% del parque tendrá más de 15 años. En este sentido, no es positivo porque "los conductores son más reacios a realizar mantenimientos e inversiones en el coche, lo que tiene impacto en la cadena de valor".
Como tampoco será positiva la bajada de kilometraje. En 2021 se usará el 8,9% menos el coche con respecto a 2019, año de referencia prepandemia, por cuatro factores: la estructura del parque, el comportamiento del conductor, el teletrabajo y la situación económica, especialmente el desempleo, al que añadir un quinto factor positivo, el menor uso del transporte público por considerarse de riesgo para salud.
