Toda empresa que se precie y que tenga bien estructurada su estrategia de negocio debe tener presentes ciertos conceptos básicos de marketing. Entre ellos se encuentra el logotipo, que representa la imagen de una marca o empresa. La elaboración del logo no es un tema baladí, ya que marcará la identidad y los valores de la compañía frente a proveedores y clientes.

Por este motivo, Loctite publica un artículo en su blog en el que subraya que, antes de elaborar ese símbolo que representa a la empresa, es necesario plantearse cuál es la imagen que se pretende transmitir.

Con dicha imagen de marca, se tendrá que escoger el diseño, los colores, la tipografía o la idea central que caracterizarán logotipo, explica el post.

PREMISAS FUNDAMENTALES

SIMPLICIDAD. Los profesionales del marketing señalan que una de las premisas fundamentales es la simplicidad. Así, el logo debe tener, como máximo, tres colores y dos tipografías diferentes, puesto que cuanto más sencillo sea el diseño, más fácilmente será reconocido y recordado.

NOMBRE. Otro de los elementos sobre los que se debe reflexionar es si incluir o no el nombre de la empresa o marca. Los casos en los que se prescinde de él suelen ser compañías muy reconocidas mundialmente, que no necesitan que le acompañe el nombre, como es el caso de Audi o Mercedes.

No obstante, el artículo recomienda que los talleres opten por combinar texto e imagen, o incluir el nombre o iniciales del negocio con un diseño creativo, ya que lo que se busca es asociar el nombre con una imagen concreta.

ELEMENTOS RECONOCIBLES. Asimismo, es importante añadir un elemento que sea reconocible para el usuario y que pueda distinguirlo de otras empresas. A veces, solo se trata de una idea o una combinación de colores. No obstante, no es necesario mostrar de forma explícita elementos o herramientas característicos del sector, aunque sí es la forma más sencilla, directa y efectiva para que el mensaje llegue al receptor.

ADAPTABLE. Por otro lado, el logotipo debe, además, adaptarse a distintas necesidades (fachada del taller, ropa de trabajo, tarjetas de visita, página web y redes sociales, entre otros), por lo que debe ser versátil y tener un diseño principal y algunas variaciones para diferentes necesidades.

Una vez dados todos estos pasos, es aconsejable pedir la opinión a otras personas mediante, por ejemplo, una encuesta o concurso mediante votación, lo cual también puede ayudar a fidelizar clientes.

Con las respuestas se puede valorar si el diseño está bien encaminado, si hay aportaciones interesantes, si es necesario cambiar la idea original o por si, por el contrario, ha tenido una buena acogida entre los clientes.

Teniendo en cuenta todo esto, se puede realizar un logotipo adecuado para el establecimiento, aunque desde Loctite también recomiendan acudir a un equipo de profesionales para conseguir un resultado totalmente satisfactorio.