Los vehículos clásicos son un motivo de orgullo para sus propietarios y un placer para los amantes de los automóviles con los que se cruzan por la calle. Lo cual no quiere decir que estén exentos de las revisiones técnicas y de seguridad que todo automóvil precisa para seguir circulando. La ITV para los vehículos históricos tienen, eso sí, unas particularidades que todo taller especializado en ellos o que ofrezca servicio de pre-ITV debe conocer.
En primer lugar, el Real Decreto 920/2017 modificó la antigüedad con la que un vehículo es considerado histórico. De la antigüedad mínima de 25 años, contados a partir de la fecha de su fabricación, que regía antes se pasa a 30 años. Eso sí, aquellos que ya hubieran obtenido la calificación de histórico la mantienen aunque tengan 26, 27, 28 o 29 años.
Asimismo, para que un automóvil sea considerado histórico, ese modelo debe haber dejado de fabricarse. Y, en lo que afecta a la ITV, se debe controlar que no haya sido sometido a ningún cambio fundamental en sus características técnicas o componentes principales, como la carrocería, el motor, la suspensión, los frenos o la dirección.
También debe tenerse en cuenta la frecuencia con la que un vehículo clásico ha de ser inspeccionado en la ITV en función de su antigüedad. Según InfoMadridITV, la revisión es cada dos años si el auto tiene una antigüedad menor de 40 años. Si la antigüedad oscila entre 40 y 45 años, la ITV es trienal. Para una antigüedad superior a 45 años, será cuatrienal.
Asimismo, se ha suprimido la obligación de que los vehículos históricos pasen una inspección técnica antes de ser matriculados como tales en una estación de la provincia del domicilio del solicitante. Ahora esa ITV previa puede hacerse donde se desee.
