A la hora de montar un negocio, a veces se tiene una idea inicial, pero posteriormente, por necesidades del mercado, se termina cambiando y adaptándose a esos requerimientos.

Es el caso de Roberto Motor, taller fundado hace casi dos años con el planteamiento de especializarse en mecánica rápida y neumáticos, pero al final “estamos absorbiendo todo tipo de trabajos”, afirma Roberto Aguilera, gerente y propietario. “Si por ejemplo, al cliente se le rompe el embrague, al final lo lleva al taller que le está haciendo la mecánica rápida”, explica.

Roberto Aguilera tiene actualmente 49 años, de los cuales, 27, los ha pasado dedicándose a la mecánica. “Acabé la mili en el 1994 y desde ahí he estado de concesionario en concesionario, hasta que empecé en taller”.  Pero su dedicación al motor viene de antes: “Los chavales siempre teníamos coches y motos, nos gustaba hacerles las cosillas nosotros mismos y desde ahí, te vas metiendo en el mundillo y te va gustando”.

El aspecto definitivo que le hizo pasarse al taller multimarca fue que “en los concesionarios se trabaja a tarifario y no me gustaba eso. Había mucha presión y trabajar a presión no se puede. He ganado bastante con el cambio”.

De Vulco desde 2021

En abril de 2021, Vulco, red de talleres abanderada de Goodyear, anunció la incorporación de Roberto Motor a su red. “Veníamos de otro un poco más pequeño -en 2017 fue incluido entre los 50 mejores talleres mecánicos de España en un ranking de Tallerator-, cogimos el que tenemos ahora y nos pusimos con la red de Vulco. Abrimos con ellos”, explica. Con esta adhesión, el taller, que se encuentra en la calle Castilla, en pleno centro de la capital cántabra, se convertía en el primero de la referida localidad que se sumaba a las filas de Vulco. “Estamos muy contentos con la red”.

Roberto Motor cuenta con 280 m2 de instalaciones entre las que se encuentran 3 elevadores de plataforma y un pantógrafo para direcciones, además de maquinaria de rueda. Junto a Roberto, que se encarga de la gerencia, entre otras muchas funciones, trabajan dos mecánicos. Y aunque declara que el negocio va bien, Aguilera opta por ser cauto: “Estamos sin parar, pero podemos tener más trabajo. Aunque tampoco me gusta meter mucho porque si luego salen trabajos más largos quedas mal con la gente”.

En la actualidad, “el perfil de cliente es gente mayor, a pesar de que andan muy poco con los coches. Son reparaciones pequeñas, cambio de aceites, muchos pinchazos, ruedas... es más mantenimiento que reparación en sí”. Referido a los principales problemas que se encuentra en su negocio, Roberto declara que son la falta de piezas y la inflación: “Una rueda pequeña ha subido 20 euros. Está pasando que la gente viene con el problema, pero finalmente no arregla”. De ahí que este gerente cántabro muestre inquietud para el futuro. “Vienen tiempos complicados con los coches eléctricos. Tenemos que transformarnos e invertir mucho. Aunque siempre se van a romper ruedas, mantenimiento habrá menos porque este tipo de vehículos no lo necesitan tanto”.