Entre todos los componentes del sistema de frenos, los discos y las pastillas de freno son los que más están sujetos a desgaste. Por tanto, necesitan revisiones periódicas para garantizar las condiciones óptimas de uso.
Es importante sustituir los discos y pastillas de freno cuando alcanzan su propio límite de desgaste para evitar problemas de funcionamiento del sistema de frenos. En los discos de freno, es el espesor mínimo (Min TH), que viene indicado en los propios discos. En las pastillas de freno, es el indicador de desgaste —eléctrico o acústico— que indica cuándo es necesario efectuar su sustitución.
No obstante, Brembo aconseja encarecidamente comprobar todo el sistema de frenos cada 15.000 kilómetros o si se notan vibraciones o ruidos anómalos. Y para llevar a cabo la sustitución, ofrece una serie de reglas generales e instrucciones de montaje que pueden servir de ayudas a los profesionales del taller:
- Encarga únicamente a personal cualificado la sustitución de los componentes de freno.
- Sigue detenidamente las instrucciones de la ficha de montaje.
- Asegúrate siempre de que la referencia de los discos y pastillas de freno corresponda al vehículo en el que se vayan a instalar.
- Sustituye siempre las pastillas de freno al sustituir los discos de freno.
- Sustituye al mismo tiempo los discos y las pastillas de un mismo eje.
- Comprueba que la acción de frenado sea la correcta llevando a cabo una breve prueba en carretera.
- Realiza un periodo de rodaje (aprox. 200 km) evitando las frenadas bruscas y largas para permitir una alineación correcta entre las superficies de las pastillas y el disco.
