Una multa de 25.000 euros y el cierre definitivo de la actividad. Este es el resultado obtenido por un taller ilegal detectado en Santa Eulària (Ibiza), en una zona inundable junto a un río (ver noticia).

El ayuntamiento de la localidad ha decretado ambas sanciones para este negocio que operaba sin licencia. Su acción sancionadora va dirigida, según la prensa local, hacia el promotor de esta actividad y no hacia el propietario del local alquilado.

La infracción ha sido considerada muy grave y además se han considerado otras circunstancias como el alto riesgo de contaminación de la parcela y el uso de agua cercano. Además, ha tenido que ser el ayuntamiento el que se encargara de retirar vehículos del interior de las instalaciones, en las que se realizaban tareas de desguace sin ningún control.

La gran mayoría de los automóviles se encontraba al aire libre y era totalmente inservible, por lo que se piensa que muchos de los vehículos se utilizaban para obtener repuestos.

Los talleres ilegales constituyen una amenaza para la seguridad vial y una importante competencia desleal para los negocios legalmente establecidos.