La situación pandémica derivó en graves problemas económicos para muchos mecánicos y empresarios, los cuales incluso se vieron obligados a cerrar su taller. Esta situación, unida a la inflación actual y a los problemas de suministro de materias primas, hacen que los profesionales (y en ocasiones los que no lo son y buscan un extra) se las ingenien para lograr vías para obtener ingresos, aunque sea de forma ilegal. 

Son varios los casos de denuncias por el funcionamiento de talleres ilegales a lo largo de la geografía española. La última ciudad afectada ha sido Burgos, dónde se han encontrado 40 espacios dónde se realizaban arreglos ilegales. "Me he llegado a encontrar tarjetas de gente que no estaba dada de alta en tablones de anuncios de bares de los polígonos", explica a El Diario de Burgos el secretario general de Adeabur (patronal provincial de los talleres), Gabriel Martínez, a lo que añade: "También nos llegaban rumores porque la manera que consiguen clientes es, principalmente, el boca a boca".

Para el mismo diario, Gabriel Martínez cuenta que el sector de la agricultura es el más afectado, ya que la maquinaria que se utiliza para la misma requiere arreglos. Los "mecánicos ilegales" se desplazan incluso hasta los mismos domicilios para realizar la tarea. Ante las estimaciones económicas negativas que se auguran para el próximo otoño, patronal, cuerpos policiales y empresarios, temen la proliferación de estos talleres ilegales.