Reparación | Incendios de coches cuestionan las baterías de ión-litio en EEUU

Modelo eléctrico Tesla S
Modelo eléctrico Tesla S

La autocombustión de tres vehículos eléctricos de la marca Tesla en las últimas semanas ha puesto en tela de juicio la seguridad de las baterías de iones de litio en Estados Unidos. Unos accidentes que podrían pasar inadvertidos en un país en el que se incendian diecisiete coches cada hora, si no fuera porque la marca acapara una gran atención mediática desde su lanzamiento.

Tesla, llamada a liderar el cambio tecnológico hacia la implantación masiva de la movilidad eléctrica, ha sido protagonista de las noticias en las últimas semanas y, con ella, las baterías de iones de litio que utiliza su modelo estrella, el Tesla S, objeto de los incendios.

Se trata de unas combustiones que la compañía considera normales, teniendo en cuenta que se han producido después de colisiones contra objetos metálicos y muros de hormigón. En ese sentido, Tesla asegura que es más seguro un vehículo con baterías que uno con “un gran tanque lleno de líquido inflamable”.

Eso sí, en un informe enviado a las autoridades bursátiles en marzo, Tesla afirmaba que "en raras ocasiones, las células pueden liberar rápidamente la energía pudiendo llegar a inflamarse los materiales cercanos”, además de reconocer que, entonces, su experiencia de campo era corta porque todavía habían entregado pocos vehículos a sus clientes. Unas afirmaciones que, meses después y tras tres incendios, han avivado la polémica.

En cualquier caso, las baterías de iones de litio son esenciales para la compañía, que ha encargado 2.000 millones de células a su principal proveedor hasta 2017, a pesar de haber patentado recientemente otro tipo de baterías híbridas, especiales para largas distancias, en las que se combinan las células de iones de litio con otras de ión-aire.

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