Reparación | Ganvam solicita en Bruselas el acceso abierto al ‘big data’

La conectividad y el coche autónomo están transformando la forma de comprar, vender y reparar el vehículo, según la patronal.

El concepto de concesionario como punto de información y venta ha quedado atrás, según Ganvam
El concepto de concesionario como punto de información y venta ha quedado atrás, según Ganvam

Con el fin de que concesionarios y talleres tengan un acceso abierto a los datos que genera el coche conectado, garantizar el libre mercado y asegurar que la distribución pueda rentabilizar su cartera de clientes, Ganvam está impulsando en Bruselas un marco regulatorio que permita este acceso.

La asociación defiende un reglamento que no deje a la distribución al margen de este tipo de información, ya que, según la organización, un buen manejo y gestión del big data permitirá adaptarse a los nuevos hábitos del consumidor.

Así lo afirmó el presidente de la patronal, Lorenzo Vidal de la Peña, en la clausura de la II edición de la Convención de Motor de Ganvam, orientada a dar las claves al sector de la distribución para encarar la transición hacia la movilidad 4.0, con la que factores como la conectividad y el coche autónomo están transformando la forma de comprar, vender, usar y reparar el vehículo.

Los empresarios añaden que si toda la cadena de valor maneja información transparente sobre los patrones de consumo, se favorecerá una mayor oferta de servicios y, por tanto, precios más competitivos.

Vidal de la Peña también apuntó la necesidad de que las relaciones entre fabricantes y distribuidores sean diferentes y defendió la digitalización como una oportunidad de negocio para el sector de la distribución.

Uno de los argumentos para esta tesis es que las nuevas fórmulas de movilidad basadas en el pago por uso no destruyen el concepto de coche en propiedad, de acuerdo con las cifras de ventas, ya que este año se espera cerrar con más de 1,2 millones de unidades matriculadas, lo que supone un incremento del 5%.

Ganvam indica que la distribución debe asumir el reto de evolucionar y adaptar su estrategia a los nuevos perfiles de cliente, pero sin que esto suponga crear “marginados digitales”. Así, si en 2030 los mayores de 65 años supondrán el 30% de la población, deberá existir un modelo de distribución donde la exposición física conviva con la online, explica la asociación.

“No cabe un modelo de distribución donde no haya una persona física al final del proceso de compra porque el consumo es omnicanal y hay que tener en cuenta que ante una pirámide poblacional como la nuestra los nativos digitales no serán el 100% de los consumidores futuros”, afirma Vidal de la Peña, añadiendo que hay que tener muy presente que “el concepto de concesionario como punto de información y venta ha quedado atrás”.

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