La solicitud de ERTEs (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) se ha erigido como la principal medida a adoptar por parte del sector de la posventa para intentar sobreponerse a la crisis del coronavirus. Ante la falta de concreción de ayudas iniciales, aunque después se aprobaran algunas medidas en este sentido, la solicitud de este trámite talleres y distribuidores ha sido mayoritaria. Así lo reflejan numerosas encuestas, tanto de patronales de talleres, como una de Infotaller, con porcentajes cercanos al 80% en el caso de talleres e incluso más, el 96% en el caso de recambistas.
¿Y cuál está siendo la respuesta por parte de las administraciones? Esa es la gran pregunta. Y no fácil de contestar. "La Administración ha recibido la solicitud masiva (no solo de talleres, sino de mucho otros sectores) de ERTE, por lo que los procesos van con "cuentagotas", ha explicado a Infotaller Núria Álvarez, directora de Comunicación de Conepa, para quien hacer una estimación general es, en cualquier caso, precipitada, porque "no cuentan con datos objetivos". "La mayoría no ha recibido respuesta todavía, pero aquellos que han recibido una negativa son casos excepcionales, y en todo caso se debe a que no se han documentado bien", argumenta.
Hay que tener en cuenta que los ERTE se presentan telemáticamente ante la Consejería de Empleo de la correspondiente comunidad autónoma (Delegación territorial, Direcciones Generales de Trabajo o Salud o bienestar laboral). Por lo que cada comunidad es un caso diferente. De hecho, hasta cuatro comunidades autónomas han prorrogado el plazo de respuesta máximo de 5 a 10 días. Se trata de Galicia, Asturias, Castilla y León y la Comunidad Valenciana, siendo esta última la única región en entender aceptados los ERTE presentados anteriormente a la prórroga y no contestados en tiempo.
Así, Nuria Álvarez destaca que el "factor determinante" en la aprobación de los ERTE va a "depender de presentarlos bien documentados". "Los talleres deben definir el contexto del estado de su negocio, contexto de la cifra de negocio, los problemas dentro de la empresa, si el trabajador está enfermo, si los empleados no quieren trabajar por miedo al contagio, si el taller está experimentando problemas con el suministro, etc. La importancia reside en explicarlo muy bien todo, argumentarlo y aportar datos muy concretos y definitorios sobre la situación antes y después", explican desde Conepa.
