La Unión Europea ha impuesto que para el 2025 se reduzcan el 15% las emisiones de CO2 de los vehículos. Ante esta normativa, Anfac y Sernauto han solicitado al Gobierno que se analice y revise la situación para el 2030, que supone un recorte del 30%, según publica La Tribuna de Automoción.

Las patronales señalan que los niveles de emisiones establecidos para dentro de 13 años deberían adaptarse a la penetración real de los vehículos eléctricos en Europa y las infraestructuras necesarias para estos automóviles.

Por este motivo, ponen en tela de juicio que la Comisión Europea haya tenido en cuenta estos dos factores que, para los empresarios, resultan cruciales para poder alcanzar los mencionados objetivos.

Asimismo, las asociaciones indican que desde los estamentos europeos no se debe demonizar ningún sistema de propulsión, como el diésel o la gasolina, ya que pueden mejorar su eficiencia y serán importantes en el proceso de descarbonización. Además, consideran que desde Europa el foco se centra casi exclusivamente en la electrificación, olvidando otras tecnologías.

Por otro lado, los empresarios han solicitado que se mantenga como métrica de medición los gramos por kilómetro recorrido "para garantizar una seguridad jurídica a las empresas" y los mecanismos de flexibilidad como los supercréditos, como herramienta de ajuste de emisiones, tal y como publica el mencionado medio.