La asociación Aberan ha hecho público su malestar por el intrusismo profesional que sufre el sector en Baleares y denuncia la inacción por parte del gobierno regional frente a los más de 500 talleres ilegales que existen en las islas.
Desde la organización aseguran que dicha situación puede llevar al cierre de negocios que ejercen su actividad de acuerdo con la normativa, algo que ya está empezando a ocurrir. “Esta situación de masivo intrusismo la hemos denunciado en numerosas ocasiones al Govern balear y, aunque hemos hablado con todos los responsables, ninguno ha sabido darnos soluciones", explica el presidente de la patronal, Julio González Arribas, en Mallorcadiario.com.
Los empresarios subrayan que el intrusismo se generalizó a partir de la crisis en 2007, cuando muchas personas se quedaron en el paro y empezaron a trabajar en negro. Además, añaden que “a todo esto hay que sumar la masiva llegada de migrantes que también empezaron a trabajar de forma ilegal en este sector".
Otro de los elementos que pone en peligro la supervivencia de algunos negocios es la introducción de la alta tecnología. Así, González Arribas apunta que “a un taller con pocos trabajadores, no le compensa económicamente tener que comprar la maquinaria que se necesita para reparar las piezas incorporadas a las nuevas aplicaciones tecnológicas".
Por este motivo, la asociación estudia fórmulas que permitan a los centros de reparación acceder a subvenciones que sufraguen los gastos de la maquinaria que necesitan para hacer frente a las averías relacionadas con estos nuevos componentes.
