Con la crisis muchos españoles han pasado a comprar neumáticos low-cost en vez de sustituir los suyos por algún modelo de los fabricantes tradicionales. El precio es sin duda el factor clave en esta decisión, sin tener en cuenta otros como la calidad y, sobre todo, la fiabilidad.

Según recoge el informe ‘¿Cómo comprar un neumático seguro, que ahorre combustible, y no contamine?’ de la Fundación CEA, estas cubiertas representan “uno de los principales problemas de seguridad vial”. Y es que, según señala, pese a que el nuevo etiquetado europeo es obligatorio, las administraciones no lo controlan.

La denuncia de CEA se entra en que el etiquetado “no pasa por ningún control de vigilancia por parte del Gobierno”. “Esta ausencia de controles puede provocar que muchos neumáticos muestren una etiqueta que no se corresponde con las características reales”, señala el informe. La Fundación CEA recuerda que, en su mayoría, estos neumáticos low-cost proceden de Asia por lo que “el automovilista puede encontrar neumáticos con una calificación aceptable y un precio muy asequible, lo que no sabe es que quien etiqueta es el fabricante”.

La principal reivindicación del Comisariado Europeo del Automóvil es que “el Gobierno y el resto de Administraciones Públicas pongan un especial cuidado en la vigilancia de este mercado”. “No es lógico que los neumáticos importados de Asia entren en el mercado español sin pasar unos controles de calidad”.

Por su parte, el director de la Fundación CEA, Fernando González Iturbe, añadió que “los conductores anteponen el precio y la duración de los neumáticos a otros factores que intervienen de manera directa en la seguridad vial “. “Desde la Fundación CEA queremos recordar que los neumáticos son como los zapatos a las personas. Unos buenos neumáticos pueden evitar un accidente de tráfico o, al menos, reducir su gravedad”, señaló González Iturbe.