TNU (Tratamiento Neumáticos Usados) y AER (Asociación Española de Neumáticos Reciclados) apoyan el 'Manifiesto de los Recicladores de la UE, por un sector competitivo de reciclaje de neumáticos', publicado por la Confederación Europea de Industrias del Reciclaje (EuRIC), que exige soluciones para los neumáticos fuera de uso.
El citado documento propone las siguientes medidas:
- Establecer objetivos obligatorios de contenido reciclado en neumáticos nuevos y piezas automotrices.
- Prohibir la exportación de NFU sin tratar fuera de la UE, evitando prácticas contaminantes.
- Armonizar los criterios de fin de residuo (EoW) para dinamizar el mercado interior del caucho reciclado.
- Promover el ecodiseño de neumáticos para facilitar su reciclaje.
- Aplicar el pasaporte digital de producto (DPP) para mejorar la trazabilidad.
- Evitar que la legislación obstaculice el uso de materiales reciclados.
Estas medidas coinciden con las posiciones históricamente defendidas tanto por TNU como por AER, que apuestan por una economía circular real, basada en el principio de jerarquía de residuos. Es decir, el impulso a los neumáticos recauchutados, la valorización material de los NFU y la promoción del desarrollo de nuevas aplicaciones del caucho reciclado, como la pirólisis, entre otras.
RECICLAJE MECÁNICO
TNU precisa que el reciclaje mecánico de neumáticos es la opción de tratamiento más desarrollada para la recuperación de materiales de calidad. Por ello, debe priorizarse la trituración de neumáticos, reservando la incineración únicamente para aquellos casos en los que la falta de ecodiseño impida el reciclaje material.
El reciclaje de neumáticos en forma de gránulos de caucho permite ahorrar el 58,4% de emisiones de CO₂ en comparación con la incineración de NFU, y puede alcanzar hasta un 95% de reducción de huella de carbono respecto al uso de materiales vírgenes sustituidos.
De hecho, se ha anunciado una nueva iniciativa, la Ley de Economía Circular, para impulsar la demanda de materiales reciclados y establecer un mercado único de residuos. "En este contexto, los recicladores son indispensables para lograr una economía circular, reducir las emisiones de carbono y reforzar la autonomía estratégica de la UE disminuyendo la dependencia de materias primas vírgenes", señala la entidad.
ESPAÑA, RETOS Y OPORTUNIDADES
En España, en 2023, se recogió el 100% de los neumáticos fuera de uso generados, con más de 299.000 toneladas gestionadas entre los dos sistemas autorizados (SCRAPS). A pesar de este cumplimiento, el consumo de materias primas secundarias procedentes de NFU sigue siendo bajo, como subraya el manifiesto. "El verdadero reto ahora es que los materiales reciclados —como el caucho granulado— encuentren una aplicación efectiva en la industria, la obra pública y otros sectores y que se consuman", indica TNU.
Además, recoge factores que agravan esta situación:
- La prohibición del uso de granulado de NFU en césped artificial: esta medida impactará negativamente en uno de los principales mercados del caucho reciclado, considerando que, en 2023, entre los dos SCRAPs, se produjeron 98.261 toneladas de granulado de goma de neumáticos, de las cuales 32.278 toneladas (33 %) se destinaron a relleno de césped artificial. Es urgente encontrar usos alternativos para este material.
- Crisis de la industria del recauchutado: la competencia de neumáticos asiáticos de bajo coste, unida a la baja demanda de neumáticos reciclados, está poniendo en riesgo la viabilidad de las plantas recicladoras.
- Falta de incentivos y políticas públicas: la ausencia de medidas que fomenten el uso de materiales reciclados en sectores como la obra pública, la movilidad o la industria, limita el desarrollo de una economía circular real.
RETO DEL SECTOR AUTOMOTRIZ
A pesar de ser el mayor consumidor de caucho —representando el 65% del uso total—, el sector automotriz no está obligado actualmente a incorporar caucho reciclado en sus productos.
Si bien integrar caucho reciclado supone un reto tecnológico —ya que el caucho no es un polímero termoplástico convencional—, la tecnología actual permite alcanzar al menos 10% de caucho reciclado en neumáticos nuevos y 20% en piezas de caucho para fabricantes OEM de automoción.
Por ello, EuRIC solicita a la Comisión Europea la evaluación e implantación de objetivos mínimos de contenido reciclado postconsumo, que se apoyen en la capacidad instalada y en tecnologías maduras como el polvo de caucho micronizado.
Otro punto importante del manifiesto es garantizar el diseño para el reciclaje, estableciendo criterios sólidos de ecodiseño. Con el nuevo Reglamento de Ecodiseño para Productos Sostenibles (ESPR), en vigor desde julio de 2024, los productos comercializados en la UE deben ser más sostenibles y reciclables desde su diseño. En el caso de los neumáticos, implica una revisión integral de su composición para facilitar su reutilización, reparación y reciclaje.
Hoy en día, ciertas innovaciones orientadas al rendimiento —como espumas acústicas o tecnologías autosellantes— dificultan el reciclado por su escasa identificabilidad, complican el triturado y pueden suponer riesgos de incendio.
Para revertir esta situación, es clave establecer requisitos exigentes de ecodiseño; evaluar la reciclabilidad desde la fase de diseño; fomentar la colaboración entre fabricantes y recicladores; y asegurar que los productos no reciclables asuman el coste de su tratamiento o no se comercialicen.
En este contexto, TNU y AER hacen un llamamiento a las administraciones públicas locales, autonómicas, nacionales y europeas para que establezcan incentivos fiscales al uso de materiales reciclados y respalden un marco legal que asegure que lo reciclado tenga salida, valor y reconocimiento en el mercado impulsando los tipos reducidos de IVA para materiales reciclados y productos fabricados con ellos y el apoyo a través de la Contratación Pública Verde (GPP).