La imagen es impactante. Un río de neumáticos en plena ladera. Con su cauce y todo. Casi un millar de neumáticos se agolpan abandonados en un rincón del Parque Natural de Collserola (Barcelona). Exactamente, en la carcava de uno de los valles de este paraje ecológico.
"Pueden ser fuente de contaminación y alteran un espacio de gran protección medioambiental, pero es que, además, también generan un alto riesgo de incendio forestal", alerta Raimon Roda, director del consorcio de dicho parque natural, en declaraciones a la agencia Atlas.
"Los culpables podrían afrontar penas de cárcel de hasta dos años y multas de un millón de euros, pero en estos casos resulta difícil dar con su paradero, porque es muy complicado demostrar de dónde proceden esos neumáticos", dice Joaquim Dalmau, agente rural.
"La proliferación de talleres ilegales puede ser el origen de lo sucedido", afirma Paco Rojas, del taller Hermanos Rojas. "En los talleres legales se hacen cargo del reciclaje de los neumáticos y ese sobrecoste lo asumen los clientes, pero eso no lo hacen los talleres clandestinos y las ruedas suelen acabar en el peor lugar posible", concluye Rojas.