Noticia remitida | Los 3 problemas de los créditos rápidos que debes conocer

Los productos financieros nos rodean en nuestro día a día, aunque no nos demos cuenta de ello. Tan solo hay que echar un vistazo a la actualidad, a situaciones como los nuevos avales para negocios o incluso a esas hipotecas que tanto se solicitan para comprar viviendas. El mundo, o más bien la economía, se mueve a diario entre solicitudes de préstamos y/o de créditos.

Pero eso no significa que haya que sumarse a la misma ola que el resto. La información es poder y, en este terreno, es el poder de saber bien qué hacer, qué elegir y cómo actuar en todo momento. Pero, sobre todo, es el poder de evitar problemas y quebraderos de cabeza, de ahorrar aunque no parezca el mejor camino. Porque hay cosas que debes saber de los créditos, que no suelen contarse en todas partes.

Son productos que suenan francamente bien sobre el papel. Soluciones rápidas para problemas de dinero que, con una llamada y poco más, hacen que ese gasto de última hora no te suponga un problema, o que recibas esa inyección económica que buscabas para poder hacerte con algún que otro caprichito. Lo cierto es que tanto los créditos como los préstamos son muy frecuentes en navidades como las que acaban de terminar, por citar un ejemplo cercano.

Ahora bien, ¿qué debes saber antes de solicitar un crédito? Por mucho que sea una solución, no es una que esté totalmente limpia. Es más, aquí vamos a echar un vistazo a los principales problemas de los créditos rápidos. Estos productos tan populares por lo que hacen y por como lo hacen tienen una letra pequeña que no puedes ni debes pasar por alto.

¿Qué problemas hay con los créditos?

Por supuesto, es fundamental saber qué es un crédito urgente. Si a estas alturas no lo sabes, es un paso fundamental. Se trata de un producto financiero a través del cual una entidad, bancaria o financiera, ofrece una cantidad de dinero de forma rápida. El proceso no suele requerir mucho tiempo, ni tampoco demasiadas exigencias. De hecho, lo habitual es que dure tan solo unos minutos.

A cambio de unos minutos de tu vida tienes una cantidad de capital que puedes gastar para lo que quieras. Dada su naturaleza, suena genial para un gasto urgente o para épocas de mucho consumo, como son las festividades navideñas o incluso los meses de enero. Ahora bien, esa es la teoría. En la práctica hay que tener en cuenta mucho más, porque es donde surgen los problemas. Es más, si conoces todos los detalles de los créditos urgentes, ya podrás entender a qué nos referimos.

Los inconvenientes del "dinero gratis"

No hay nada gratis en esta vida, y mucho menos cuando hablamos de créditos. Lo primero que debes tener muy claro es que este dinero se debe devolver en un plazo, y que generalmente es corto. Los créditos, sean del tipo que sean, se caracterizan por que están sometidos a unas devoluciones a corto plazo, lo que puede significar pagar de vuelta en unas semanas, en días o, con suerte, en un par de meses.

Como se suele decir, son "pan para hoy y hambre para mañana". No estás acabando con la deuda, la estás alargando y aplazando. Y lo que es peor, la estás aumentando. Porque sí, los créditos siempre están ligados a intereses y, en ocasiones, también a comisiones extra por las gestiones. Tendrás que pagar no solo el dinero que se te ha dado, sino también un recargo extra que puede ser considerable.

Se han dado situaciones en las que los consumidores han acabado abonando un 50% más de lo solicitado por culpa de esto. Aunque también otras tantas que han acabado en tribunales por cláusulas abusivas. Afortunadamente, son algo que lleva tiempo persiguiéndose severamente por los problemas que podía causar.

Aun así, el inconveniente más grande de los créditos es obvio: no están haciendo que se acabe el problema de dinero. Solamente lo estás repartiendo o moviendo a otro momento. Suma a eso factores como los plazos cortos de devolución y los intereses y tienes esa combinación tan demoledora que representa la problemática de cualquier crédito que se solicite.

Sea urgente o no, es una herramienta que se debe usar solo en ocasiones puntuales. Siempre es más conveniente recurrir a otras soluciones, como pueden ser los ahorros en caso de disponer de ellos.

Bien es cierto que pueden ayudar en momentos complicados, sobre todo cuando las cuentas no salen de ninguna forma. Pero también hay que tener en cuenta la otra cara de la moneda, que en este caso es algo que puede ser más un problema que un remedio. Son cuestiones que no se abordan tanto y que, en cierto modo, pueden llevar al engaño cuando se firma la solicitud de un crédito. Tenlo todo muy claro y medita siempre si es la mejor opción a la que recurrir.

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