La maquinaria metalúrgica que usa hoy la industria tiene poco que ver con la de hace unas décadas, en la que los operarios que las manejaban tenían que ser verdaderos artistas para hacer cortes y pliegues perfectos.

En nuestros días, estas máquinas siguen requiriendo de operarios muy bien formados, pero el manejo de una cizalla hidráulica para chapa se ha hecho más sencillo gracias a los sistemas como el CNC.

Plegadoras y Cizallas cada vez más automatizadas

Esta automatización es imprescindible para cualquier industria, pues la competencia es brutal en todos los sectores y el ahorro de tiempo al final es ahorro de costes y una mejora competitiva.

Ahora, las máquinas que trabajan con metal como las plegadoras y las cizallas son cada vez más automáticas. El sistema CNC permite hacer cortes perfectos en aquellos puntos en los que le digamos y las plegadoras tienen un sistema en el que los pliegues se hacen de forma automática.

Las mejoras han hecho más accesibles estas máquinas

Antes de la automatización, en muchas ocasiones las PYMES desistían del uso de plegadoras y cizallas, subcontratando estos trabajos a otras empresas más grandes o especializadas.

Las máquinas de Feysama terminan con este problema gracias a la automatización, lo que permite que pequeñas empresas que trabajan el metal a diario tengan una de ellas en su taller, siempre preparada para hacer pequeñas tareas como crear un marco para una ventana o para una puerta.

Esto les hace ser más rápidas a la hora de dar una respuesta a sus clientes y controlar mucho mejor los tiempos de ejecución de los trabajos, al no depender de nadie para trabajar con los metales e incluso ir ampliando el negocio, ofreciendo los servicios de corte y plegado a otros talleres más pequeños que el nuestro o a pequeñas empresas

Con la implantación del sistema de CNC se llevan los cortes y el plegado a otro nivel, con acabados muy precisos y cortes limpios que hacen que el trabajo sea de una mayor calidad, lejos de los resultados que se obtenían cuando estas máquinas eran “más artesanales” sin controles de corte por ordenador.

Hay posibilidad de firmar un contrato de renting

Unas máquinas de corte y plegado no son demasiado caras si miramos su precio desde el punto de venta de una empresa y de que son una inversión, pero es posible que para las más pequeñas comprar una presente muchas dificultades.

Por eso, mediante un pago simbólico al principio y un recibo mensual las empresas tienen la posibilidad de tener estas máquinas en su taller, desgravándose el 100 % como cualquier otro gasto normal.

Esta modalidad de adquisición pone a disposición de todos los talleres aparatos con los que la productividad se incrementará una barbaridad, con la posibilidad de quedarse con las máquinas al final del contrato de renting.

Además, no hay que olvidar que el renting nos ayuda a mejorar mucho nuestra imagen de marca en el taller, pues cuando un cliente nos visita no es lo mismo que vea cortadoras y dobladoras viejas que máquinas nuevas de último modelo.