Electromecánica | Dos procedimientos para diagnosticar fallos en un circuito de climatización

Un nuevo webinar formativo de Valeo aborda dos métodos para realizar el diagnóstico del circuito de aire acondicionado: a través de los síntomas y analizando las presiones de la estación de carga.

Pasos para la diagnosis del sistema de aire acondiconado
Pasos para la diagnosis del sistema de aire acondiconado

El circuito del aire acondicionado es el encargado de enfriar el aire del exterior del vehículo para después introducirlo al interior a la temperatura solicitada por el conductor o por los pasajeros. Según Miguel Piñeiro, Tech Care Trainer de Valeo Service España, el principio de funcionamiento de este sistema consiste en los cambios de temperatura que se dan dentro del fluido una vez que los sometemos a aumentos o disminuciones de presión.

Para que el sistema opere correctamente, hay que llevar a cabo un correcto mantenimiento del filtro deshidratador, del antipartículas del habitáculo y del evaporador y condensador, además de mantener la carga de refrigerante adecuada dentro del circuito.

Análisis de los síntomas

Tal y como explica en el webinar, es posible realizar una diagnosis previa del circuito de aire acondicionado a través del análisis de los síntomas que se presentan, que se corresponden con los siguientes cuatro:

1. El aire acondicionado no se activa

Lo primero que hay que hacer es comprobar si la cantidad de refrigerante que hay dentro del sistema es adecuada; si el interruptor de presión está arrojando una señal válida, y si en el embrague tanto la parte electromecánica como la propiamente mecánica se encuentran en correcto estado.

En caso de que todo esté bien, hay que tener en cuenta que un nivel muy bajo de combustible en el depósito y una temperatura extremadamente baja pueden hacer que el aire acondicionado no se active.

2. Bajo rendimiento del sistema

Si el vehículo enfría el aire que deja entrar al interior pero con menos fuerza que antes, lo primero que se debe verificar es el correcto mantenimiento del filtro del habitáculo. Un filtro de habitáculo colmatado, puede obstaculizar el flujo de aire que entra al interior del vehículo, por lo que se debe comprobar su estado antes que nada.

Si está bien, se pasará a comprobar si existe falta de refrigerante, si el evaporador está en buen estado, si la válvula de expansión está bloqueada, o si el filtro deshidratante está saturado.

3. Ruido en el sistema

Previamente hay que comprobar si el ventilador del habitáculo o los actuadores del sistema de climatización funcionan adecuadamente, y si no es así, se procederá a verificar tanto la correa de servicios como el giro libre del compresor sin ruido, sin agarrotamientos ni partes duras.

4. Mal olor

Cuando se activa el sistema y este produce mal olor, hay que empezar comprobando si el filtro del habitáculo ha llevado un mantenimiento regular. Si está colmatado o lleva mucho tiempo sin cambiarse, puede absorber humedad y olores que acaban filtrándose al vehículo.

Sin embargo, si se ha ido cambiando periódicamente, hay que verificar si los desagües de la caja de aguas del vehículo no están obstruidos y el agua evacua correctamente sin acumularse en los conductos de admisión del ventilador.

Valores de presión de la estación de carga

Otra posibilidad de diagnosis más exhaustiva según el experto de Valeo es a través de los valores que ofrecen los manómetros de presión de la estación de carga. Para proceder, hay que seguir los siguientes pasos:

  1. Se conectan las mangueras de servicio a la estación de carga de aire acondicionado, y a continuación se acoplan a las tomas de servicio.
  2. Se enciende el motor sobre las 1.000 rpm, y se cierran todas las ventanas y puertas del vehículo.
  3. Se enciende el sistema de climatización al mínimo y se lleva la velocidad del ventilador al máximo.

Realizado lo anterior, si se observa que el manómetro de baja presión ofrece un valor por debajo de 1 bar, puede ser que haya falta de refrigerante o una obstrucción en el circuito o en el ramal de baja presión. Lo que hay que hacer entonces es conectar la máquina, retirar refrigerante y medir la cantidad que extraemos del vehículo. Después se genera vacío y se vuelve a captar la cantidad indicada.

Si las presiones son igualadas tanto en el ramal de alta como de baja presión, en torno a 5 bares, hay que comprobar si la situación del compresor es correcta y si en el embrague, la parte electromagnética o mecánica funcionan correctamente. De no ser así, hay que sustituir el compresor.

Si el ramal de baja presión opera a una presión adecuada de entre 2,5 y 3,5 bares, pero el de alta presión no alcanza sus valores óptimos, el compresor no funciona bien. Ante ello, hay que sustituirlo.

Finalmente, si el ramal de baja presión opera a los valores indicados, pero el de alta presión sube hasta los 26 o 27 bares, puede que haya un exceso de refrigerante, o bien que el condensador se haya obturado o que el ventilador de radiador se haya dañado. En este caso, hay que vaciar el sistema, retirar el refrigerante, generar vacío y llenar de nuevo el circuito. Después se limpia el condensador y se comprueba si hay que reemplazar el ventilador.

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