Las ventas de turismos y todoterrenos usados alcanzaron las 166.148 unidades durante el mes de julio. Ello supone un incremento del 4,5% respecto al mismo mes del año pasado, según los datos de la consultora MSI difundidos por la patronal de concesionarios Faconauto.

En lo que llevamos de 2018, las transferencias de vehículos han crecido un 7,7% respecto al mismo periodo de 2017, hasta alcanzar las 1.178.024 unidades. Con este dato, la previsión para el cierre de año se mantiene por encima de los millones de ventas, lo que representaría un crecimiento del 6%.

Los coches usados de entre 0 y 3 años de antigüedad están siendo los que impulsan esta tendencia alcista; con un crecimiento del 26% en julio, se vieron favorecidos por la elevada demanda junto al stock existente en los concesionarios. Son los grandes protagonistas de este mercado, concentrando el 17% de las ventas.

En cambio, las ventas de los coches de entre 6 y 10 años han caído un 14% y las de los de más de 10 años han crecido solo un 3%. Este mal momento para los vehículos más veteranos se debe a la falta de stock en el mercado para atender a la elevada demanda, lo que está lastrando el crecimiento del mercado de segunda mano respecto a meses anteriores. Por su parte, los vehículos de ocasión de 3 a 5 años han visto incrementadas sus ventas un 13%.

Por comunidades autónomas, Castilla-La Mancha registró las mayores ventas de usados, con un 14,8%, seguida de la Comunidad de Madrid (13,6%), Cataluña (10%), Aragón (9,7%), País Vasco (8%), Asturias (5,7%), Canarias (4,8%), Extremadura (2,5%) y Navarra (2,5%). El menos crecimiento se registró en Galicia (un 1,8%).

Las regiones donde disminuyeron las ventas fueron Ceuta (-11,9%), Murcia (-6.9%), Cantabria (-5,9%), Melilla (-2,1%), Castilla y León (-1,9%), Baleares (-1,4%), La Rioja (-1,2%), Comunidad Valenciana (-0,9%) y Andalucía (-0,8%).

Raúl Morales, director de comunicación de Faconauto, apunta que "durante el mes de julio volvemos a tener como protagonistas del mercado de ocasión a los vehículos de menos de cinco años, tendencia que debería prevalecer frente a los usados antiguos, como en otros países europeos. Los concesionarios continúan siendo responsables de la comercialización de los modelos de hasta cinco años, permitiendo sanear el mercado. A pesar de la caída de los modelos más antiguos, es necesario que consigamos sacar del circuito los coches de más de 10 años para poder mejorar la calidad del mercado y lograr equipararnos con los países de nuestro entorno. Esto solo podrá producirse si las matriculaciones de vehículos nuevos consiguen un mayor ritmo de crecimiento".