Concesionarios | Los concesionarios facturan más pero son menos rentables

Según los datos de Ganvam, su facturación creció el 8,9% más en 2018 pero su rentabilidad bajó hasta el 1,76%.

Las ventas de vehículos aportaron el 59% de la rentabilidad del concesionario en 2018
Las ventas de vehículos aportaron el 59% de la rentabilidad del concesionario en 2018

La rentabilidad de los concesionarios cerró 2018 por debajo de la alcanzada en los dos años anteriores y se situó en el 1,76% sobre la cifra total de negocio. Sin embargo, su facturación creció el 8,9% respecto a 2017, según el informe Rentabilidad de las Redes de Distribución elaborado por Snap-on Business Solutions para Ganvam.

Así, la contribución total de negocio correspondió el 85% al área de ventas (un punto más que en 2017), el 10% en recambios y el 5% al taller.

Esto refleja una tendencia en el beneficio antes de impuestos (BAI) similar al de 2015 (1,75%) e inferior a 2016 (1,88%) y 2017 (1,9%). No obstante, la similar rentabilidad no proviene del mismo volumen de ventas, ya que en 2018 se comercializó una mayor cantidad de vehículos que en los años anteriores.

Por departamentos, el crecimiento en la facturación se ve frenado por el descenso del margen bruto de ventas, que cayó el 0,2% en 2018 debido al aumento del canal empresas y una importante reducción en el canal particular, lo que en suma provoca una caída en el mix de rentabilidad.

En cuanto a la posventa, refleja un aumento de la facturación del 5,4% acompañado de una mejora del margen bruto del 0,3% y una reducción de los gastos, lo que contribuye al aumento del resultado de este área en 0,4%, donde el taller de carrocería anotó el balance más significativo.

Por su lado, las ventas de vehículos aportaron el 59% de la rentabilidad del concesionario en 2018, lo que supuso un punto porcentual menos que un año antes. El departamento de recambios aportó el 31% del BAI y el taller el 10%.

Asimismo, 2018 ha sido el primero de los último cinco años que no presenta un crecimiento en rentabilidad. Pese a ello, en valores absolutos, el BAI se ha incrementado el 0,52% respecto al año anterior por una mayor facturación.

Esto “no impide advertir una desaceleración en el sector, máxime si contamos que la rentabilidad sigue cayendo en el primer trimestre de 2019 por la reducción del crecimiento económico, la incertidumbre del consumidor y los mensajes contradictorios lanzados por las distintas administraciones públicas”, según el presidente de Ganvam, Lorenzo Vidal de la Peña.

Con la norma WLTP, señala Vidal de la Peña, han confluido operaciones de adelanto de compra y automatriculaciones para sacar determinados modelos al mercado de la forma más rápida posible en contra de los márgenes comerciales y aplicando mayores descuentos.

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