Un estudio sobre los costes totales de uso de los turismos según el tipo de combustible o energía que utiliza, realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en colaboración con la Fundación Europea del Clima, asegura que comprar un coche eléctrico puede ahorrar, en 11 años, hasta 15.500 euros respecto a otro similar de gasolina.
Para sus cálculos, OCU toma como referencia un vehículo compacto de gama media, con el que se recorren 14.500 km al año. El estudio tiene en cuenta el precio de compra nuevo (con descuento del Plan Moves III), el de reventa 11 años después, los impuestos, los seguros, el gasto de combustible o electricidad y los gastos de mantenimiento.
Con todo ello, el coste total del coche eléctrico suma 56.000 euros en 11 años de uso (incluidos 4.500 euros de descuento del Moves III), frente a los 65.000 euros de un compacto con motor de gasolina. Es decir, supone un ahorro de 9.000 euros recargando el coche con la tarifa eléctrica normal (4 €/100km) y alcanza los 13.000 euros si se recarga con la tarifa nocturna reducida (1,6 €/100km). Los 15.500 euros de margen se obtienen sumando la máxima ayuda del Plan Moves III (7.000 euros por entregar un coche para achatarrar).
Híbridos y bifuel
Los híbridos enchufables, si se usan el 70% en modo eléctrico (4 €/100km) cuestan al final de los 11 años lo mismo que un híbrido no enchufable y 3.000 euros menos que un vehículo con motor de gasolina (9,5 €/100km), además de contaminar bastante menos.
Igual que en el caso anterior, el ahorro es mayor si se aprovecha la tarifa nocturna reducida y el máximo de la ayuda del Plan Moves III (5.000 euros, en vez de 2.500 euros, entregando un vehículo para achatarrar).
También resultan muy interesante los vehículos bifuel, con motor de gasolina y gas natural comprimido (GNC), que son más baratos incluso que un coche eléctrico, aunque sus emisiones a la atmósfera son mayores.
Emisiones y ahorros
En lo que se refiere a las emisiones de CO2, el ranking de baja contaminación lo lidera el coche eléctrico (60 g/km), seguido del de hidrógeno (80 g/km), del híbrido enchufable (90 g/km) y del bifuel GNC (115 g/km). A la cola, el gasolina (160 g/km), el diésel (145 g/km) y el híbrido no enchufable (130 g/km).
En cuanto a los mayores ahorros, el estudio señala que los principales se consiguen en el taller y, sobre todo, en combustible.
Por otro lado, la organización de consumidores matiza que si de verdad se quiere impulsar el uso del vehículo eléctrico, es necesario abrir más estaciones públicas de recarga rápida (hoy por hoy solo lo es una de cada diez), imprescindibles en los viajes por carretera y reclama al Gobierno que las ayudas del Plan Moves III incluyan a los coches eléctricos e híbridos enchufables de segunda mano, con un precio de venta inferior y, por lo tanto, bastante más asequibles.
