El estado de Virginia Occidental, en Estados Unidos, está en vías de aprobar una nueva normativa para no permitir a los fabricantes ofrecer a sus clientes servicios de actualización de sus vehículos a distancia. En su lugar los legisladores indican que los clientes tendrán que acudir a su concesionario o taller oficial más cercano para completar la operación de forma física, según indica Clean Technica.
Según la asociación Auto Innovators, formado por diferentes fabricantes y suministradores, como BMW, Ford, Ferrari, Intel o KIA, esta norma “en lugar de nivelar el campo de juego entre los concesionarios y los fabricantes, alteraría drásticamente los derechos y obligaciones de los fabricantes de automóviles y sus concesionarios autorizados en Virginia Occidental”. “Muchos de los cambios propuestos beneficiarían a los comerciantes pero, en última instancia, impondrían costes e inconvenientes a los ciudadanos”, señalan desde Auto Innovators.
En una carta, Auto Innovators analiza los perjuicios que está decisión tendría para los usuarios, además de tener que desplazarse a un concesionario. “Se extralimita hasta el punto de perjudicar tanto a los clientes como a los concesionarios al bloquear las compras de automóviles en línea, las actualizaciones inalámbricas e incluso la publicidad de los fabricantes de automóviles”, explicaron.
La carta prosigue de la siguiente manera: “Las actualizaciones inalámbricas permiten a los consumidores actualizar sus vehículos desde la comodidad de sus casas, sin la necesidad de viajar hasta el concesionario. Este es un tema complejo y de vanguardia, pero la mayor preocupación aquí es que restringir las actualizaciones de software dañarían innecesariamente a los consumidores y podría crear riesgos de seguridad”.