La extensión de la octava edición del Plan PIVE, de incentivo a la compra de automóviles nuevos a cambio de achatarrar uno antiguo, ha agotado hasta la fecha cerca del 76% de su presupuesto total, puesto que todavía quedan por gastarse 55 millones de euros, según publica Europa Press.

Este programa, que según se anunció por Industria sería el último de este tipo y que finaliza el próximo 31 de julio, cuenta con un presupuesto de 225 millones de euros, del que todavía queda un poco más del 24% del total y que acumula cerca de 227.000 operaciones, según han informado fuentes del sector a la agencia de noticias.

La octava versión del Plan PIVE contempla ayudas de 1.500 euros para la adquisición de vehículos nuevos y eficientes a cambio de achatarrar uno antiguo. Así, la mitad de esta subvención corre a cargo del Estado, mientras que los 750 euros restantes los ponen los concesionarios.

Esta edición del programa fue aprobada en noviembre del pasado ejercicio y desde esa fecha se han comprometido 170 millones de euros. Según las fuentes consultadas, la previsión es que los fondos se agoten antes de que finalice su plazo

El ritmo de solicitud de estas ayudas se incrementará próximamente, según las fuentes consultadas por Europa Press, gracias al impulso de ventas que se generará en el salón Madrid Auto y porque se acercan los meses de verano, que son los de mayor actividad del año.