Los talleres de reparación no son negocios sencillos de gestionar. A la fuerte competencia en el sector se une un cliente cada vez más exigente. Y todo ello, estando obligados a dar un servicio de la máxima calidad. Además, los negocios también requieren profesionales técnicamente cualificados y experimentados, que trabajen de forma eficiente y productiva.

Si los talleres son capaces de aunar todos estos elementos, estarán más cerca de conseguir una rentabilidad que haga que merezca la pena todo el esfuerzo. Sin embargo, en ocasiones se encuentran con problemas de gestión que dificultan esa meta. Y es que el hecho de ganar clientes o tener más vehículos para reparar no significa necesariamente que el negocio prospere.

En una entrada de su blog, PPG señala siete prácticas muy sencillas y eficaces para mejorar la rentabilidad del taller de carrocería. La primera es ganarse la confianza de los clientes. Si consigues que un cliente confíe en tu trabajo, te lo ganarás de por vida. Por el contrario, las malas experiencias con un servicio desatento o un trabajo descuidado harán que lo pierdas. Además, ese cliente hablará de forma negativa del negocio en su entorno.

En segundo lugar, organiza los flujos de trabajo. Programar adecuadamente los trabajos garantiza un servicio excelente de principio a fin. Primero, porque podrás atender a tu cliente como se merece (y espera) cuando te entrega su vehículo. Y segundo, porque tus empleados podrán organizar su trabajo para cumplir con los plazos de entrega. Además, unos flujos de trabajo optimizados te permitirán un mayor volumen de vehículos al día.

Invertir en las mejores herramientas y materiales es la tercera propuesta de PPG. El hecho de que sean de calidad ayuda a los técnicos ser más eficientes y productivos y a ahorrar costes. También permite acabados perfectos, lo que redunda en clientes satisfechos y fieles.

El cuarto punto es reducir los costes de producción. Las dos prácticas anteriores ayudan, es decir, una buena organización y contar con las mejores herramientas facilita la eficiencia y productividad, que repercute en un ahorro.

Además, es importante evaluar tus gastos corrientes. Puedes reducir costes analizando tus gastos. Si, por ejemplo el consumo de energía es un elemento destacado, estudia si puedes reducir el consumo de electricidad. Ten en cuenta, por otra parte, que el uso de materiales de última generación te ayuda a optimizar el consumo energético de la cabina de pintura.

Elige la estrategia de marketing adecuada. El marketing para el taller de carrocería es algo muy útil independientemente de cuál sea tu presupuesto. Eso sí, elige la estrategia más adecuada. Si operas en el ámbito rural o en pequeñas poblaciones, es posible que gastar dinero en marketing online no sea tan eficaz como, por ejemplo, patrocinar ciertos eventos, equipos deportivos... En cambio, si tu taller se encuentra en un área metropolitana, mantener una presencia online o invertir en publicidad (vallas publicitarias, prensa, radio…) puede ayudarte a ganar imagen de marca.

Finalmente, no menosprecies las ventas cruzadas. Una práctica sencilla que ayuda a aumentar la factura final es inspeccionar adecuadamente el vehículo a su recepción para detectar otras potenciales reparaciones de chapa o pintura, o de mecánica si ofreces también esos servicios.

En definitiva, analizar tu negocio te servirá para encontrar fórmulas para mejorar tu margen de beneficio, tomando decisiones que realmente transformen tu negocio.