Genera cierto escepticismo, casi como una leyenda urbana o un mito temido. Se trata de la reparación de plásticos en los talleres de chapa y pintura, especialmente en lo referido a la reparación del daño propiamente dicho. También se han normalizado ciertas prácticas en el área de pintura que restan calidad a los trabajos realizados sobre determinados materiales plásticos. Por este motivo, desde Crom Campus, de Roberlo, han querido desmitificar estas ideas y mostrar cómo buscar la eficiencia en la reparación de plásticos como forma de rentabilizar la reparación sin que ello comprometa la calidad de la misma.
Daños propios de la reparación de plásticos
Los daños más habituales que ocurren sobre los materiales plásticos, y que requieren reparación, son los siguientes:
- Fisuras o roturas.
- Falta de material.
- Agrietamientos de la pintura.
- Desconchados de la pintura.
Analizando un poco más cada uno de ellos, las fisuras, las roturas, la falta de material y las deformaciones requieren de la intervención del chapista como norma general, mientras que los desperfectos superficiales que ocurren sobre la pintura como rayas, agrietamientos y desconchados, suelen ser reparados directamente por los pintores.
En cualquier caso, buscar la eficiencia en la reparación de plásticos y en su posterior pintado resulta crucial para mejorar la rentabilidad de la reparación. Siempre manteniendo los estándares de calidad adecuados, por lo que a continuación Crom Campus analiza la forma de alcanzar este objetivo.
Eficiencia en los trabajos de reparación de plásticos
Dentro de la reparación de daños sobre plásticos, desde el punto de vista de la eficiencia y de la calidad, cobran especial importancia los siguientes trabajos:
- Antes de aplicar cualquier producto (masilla, adhesivo, etc.) es necesario lijar el daño y su área limítrofe con granos de lija comprendidos entre P-120 y P-240, soplar y desengrasar la superficie con un limpiador específico válido para plásticos, como el DA93 y, a continuación, incrementar la adherencia del plástico con un promotor de adherencia para plásticos. Para aumentar la eficiencia de este paso, se pueden utilizar paños desengrasantes como los Robcloth DC 1000.
- Para terminar de igualar el daño reparado se debe utilizar una masilla específica para plásticos, como la Multiplast, que garantice una buena adherencia y flexibilidad. En cualquier tipo de reparación se debe evitar la aplicación de capas gruesas de masilla.
- Cuando se reparan fisuras y/o faltas de material, siempre se debe reforzar la cara interna del daño para dotar a la reparación de la resistencia adecuada. Utilizando grapas soldadas o parches termoplásticos, el proceso de trabajo se agiliza incrementándose la eficiencia.
En el caso de los daños sean de menor envergadura o superficiales, la pieza plástica dañada pasa directamente al área de pintura, donde el daño siempre se debe lijar para posteriormente aparejar. Por el contrario, si los desperfectos no son tan superficiales, el lijado debe ser más agresivo para poder eliminar la anomalía. Si tras el lijado el daño no se ha corregido o se detectan desniveles, inevitablemente hay que enmasillar la zona teniendo en cuenta las mismas precauciones nombradas anteriormente.
Eficiencia en los trabajos de pintado de plásticos
Cuando el daño presente en el plástico ha sido reparado, llega el momento de iniciar procesos de trabajo propios de pintura, que son el aparejado y la aplicación de las pinturas de acabado. Roberlo ha desarrollado un nuevo aditivo Omniplast, que se añade a los primers convencionales (aparejos de dos componentes a pistola) y a los fondos UV para poder aplicarlos directamente sobre sustratos plásticos.
Merced al aditivo, el proceso de aplicación del aparejo se agiliza notablemente, ya que se elimina la necesidad de aplicar previamente un promotor de adherencia, la espera por tiempos de evaporación y los fallos de adherencia por sobrecarga de producto, puesto que se integran en el proceso de mezcla del aparejo.
La proporción de aditivo que se debe añadir al aparejo depende del tipo de fondo que se vaya a utilizar y de la marca en cuestión que lo fabrica. a modo de ejemplo, estos son los porcentajes de aditivo en peso respecto al fondo utilizado del fabricante Roberlo:
Porcentajes de aditivo en peso respecto al fondo utilizado del fabricante Roberlo.
Para facilitar el proceso de mezcla y evitar la realización de cálculos, este mismo fabricante también ofrece una tabla de mezclas con cantidades estandarizadas, como el ejemplo que se aprecia en esta imagen para un aparejo acrílico de dos componentes:
Tabla de mezclas con cantidades estandarizadas para un aparejo acrílico de dos componentes.
No obstante, este aditivo también se puede utilizar como un promotor de adherencia convencional, es decir, que se puede aplicar por separado previamente a la aplicación del aparejo. Este tipo de aplicación puede resultar muy interesante cuando el objetivo es el de aprovechar su marcado poder de adhesión, ya que, de esta manera, es posible alcanzar el máximo poder de adhesión posible. Aun así, cuando se decida utilizarlo de esta forma, se deben tener en cuenta las siguientes cuestiones:
- El aditivo es de aplicación directa, por lo que no necesita ni catalización ni dilución.
- Se requiere un lijado previo a su aplicación con grano de lija entre P-240 y P-320, y un posterior soplado y desengrasado de la superficie.
- Para su aplicación se utiliza una pistola aerográfica con pico de fluido de 1.2 o 1.3.
- La aplicación a una presión de entre 1.8 y 2 bar.
- Se puede aplicar una o dos manos.
- El tiempo de evaporación oscila entre los cero y dos minutos.
- Secado entre 10 y 15 minutos. Transcurrido este tiempo ya se puede aplicar el fondo escogido.