Las tendencias en cuanto a color de la pintura de los vehículos evolucionan para adaptarse a los tiempos y a las demandas de los clientes.

Por eso, los fabricantes incorporan colores cada vez más sofisticados, que permiten una mayor personalización de los coches, y una gran variedad de tonos.

Precisamente por las particularidades que entrañan los tonos especiales, los acabados y las posibilidades que ofrecen las pinturas, estas nuevas pinturas son más caras, tanto a la hora de adquirir un coche como para su posterior repintado.

Por eso, CertifiedFirst desgrana en su blog qué pinturas tiene el usuario a su alcance en el mercado y cuáles de ellas son las más interesantes para los pintores a la hora de uno posterior reparación, puesto que la diferencia de precio entre un color y otro puede ser “de varios cientos de euros”.

De entre las opciones disponibles, los tonos especiales y los metalizados son dos de las variedades que suelen tiener bastante aceptación entre los conductores y que ofrecen una buena rentabilidad al taller.

Al respecto, según la red de talleres, la pintura metalizada, con la que se consigue un brillo homogéneo independientemente del ángulo desde donde se mire el coche, para el usuario tiene la ventaja de que resiste mejor al sol (principal enemigo de las carrocerías) y disimula mejor los pequeños arañazos y la suciedad.

Mientras, los acabados mate, que comienzan a tener una mayor presencia entre los coches nuevos, son complicados de reparar y repintar, por lo que son más caros, al igual que ocurre con los perlados, porque crean diferentes matices según la perspectiva desde donde se mire.

Por su parte, los tonos concretos o raros encarecen la factura, debido a que son más difíciles de conseguir.