Izaskun Imaz

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Poneos en valor
Dar el mejor servicio y calidad en los clientes en ocasiones no es fácil

En esta ocasión, lo que os quería contar es más bien una reflexión personal, un pensamiento que me llega constantemente cada vez que salgo de vuestros talleres.

De todo este tiempo que os llevo visitando, de todo lo que me habéis contado, de toda la información que hemos intercambiado… con lo que me quedo es con la gran profesionalidad que me demostráis la mayor parte de vosotros, preocupados por dar el mejor servicio y calidad en vuestro trabajo a vuestros clientes, lo que en ocasiones no es fácil.

Todo esto choca completamente con la desconfianza que algunas personas muestran, al dejar el coche en un taller, en primer lugar, porque no entienden de mecánica y en segundo, debido a la mala fama adquirida por unos pocos, pero que se ha extendido a todos los demás.

Mala fama que, por desgracia, tal y como me habéis comentado algunos de vosotros, se sigue manteniendo por culpa de la mala praxis que, desgraciadamente, algunos mecánicos poco o nada profesionales siguen haciendo. Por ejemplo: dicen cambiar todos los filtros y no los cambian y/o limpian; hacen mal el cambio del aceite o ponen uno de peor calidad al que corresponde; cambian solo la correa de distribución cuando deberían sustituir el kit completo; no miran la calidad del recambio y solo el precio. Y un largo etcétera.

Esta mala fama os salpica a vosotros, que os veis inmersos en una lucha constante para demostrar vuestro buen hacer.

Por eso creo y os invito a que pongáis en valor vuestro trabajo:

  • Poned en valor vuestra formación, una formación continua debido a lo rápido que evoluciona el sector.
  • Poned en valor vuestro taller y todos los medios (maquinarias, herramientas…) de que disponéis para poder dar un mejor servicio.
  • Poned en valor vuestra profesionalidad.
  • Poned en valor la calidad del recambio.
  • Y, por supuesto, la transparencia a la hora de comunicaros con vuestros clientes: a la hora de explicar las averías, los presupuestos, lo que les ponéis en el vehículo, lo que es necesario y no cambiar, los problemas que pueden tener, lo que se ha cambiado y por qué.

Todo esto os dará una satisfacción personal, por un trabajo bien hecho, pero la principal recompensa realmente será ver al cliente irse tranquilo con la reparación que habéis llevado a cabo, contento y sabiendo que confía y, sobre todo, confiará en vosotros.

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