Salgo de la charla organizada por un foro de esos a los que acude gente relevante del sector. He escuchado durante varias horas a expertos profesionales en comunicación y marketing hablar de posicionamiento, de visibilidad, de marketing emocional… La verdad es que ha sido interesante.

Tan interesante como inútil, sin ánimo de parecer desagradecido con los organizadores.

Y es una pena, porque tras escuchar a los ponentes, las pautas de trabajo que han argumentado, los hitos en el camino que han desmenuzado, las tendencias del mercado que han apuntado, son muchas e interesantes las ideas que se pueden extraer.

Tan interesantes como huecas. ¿Por qué? Porque nadie se acordó del perfil del asistente, del perfil para el que se supone que estaba montado el evento. Porque no es lo que se cuenta sino a quién y cómo se cuenta. Pensando en quien lo escucha, no hubiese sido un diálogo de sordos sino una pista de lanzamiento de proyectos y oportunidades de negocio. La mayoría de lo expuesto, por la forma en la que lo ha sido, caerá en saco roto.

Aunque no del todo, porque aquí estoy yo intentando sacar el lado positivo y porque quiero creer que algo llegará a la audiencia, aunque sea en forma de micro mensaje, de simple tuit, por irónico que parezca. Porque, a falta de entender el contenido, es imprescindible hoy en día estar justo en el segundo que se cuenta algo y decir, además, que lo estás contando. Aunque no sepas lo que estás contando porque no lo entiendes.

La utilidad de lo escuchado, que la tiene, y mucha, se basa en la capacidad de entendimiento de los receptores del mensaje; pero en este caso, los organizadores del foro, uno de esos foros que siempre llevan un ordinal escrito en números romanos al principio y cuyo título apenas cabe en la carpeta que te dan cuando te inscribes, esta vez sin previo pago… Decía, uno de esos foros creado para escucharse, no para escuchar; para venderse, no para vender; para mostrar, no para enseñar… Este foro, como tantos, no ha tenido en cuenta al taller a la hora de organizar su agenda ni su contenido.

Asisten talleres de la zona, profesionales con ganas de aprender cosas nuevas aplicables a su día a día, con ganas de aportar e intercambiar experiencias. Mecánicos que han decidido dejar su negocio durante unas horas para asistir porque entienden la cita como un aporte de valor. Reparadores con inquietudes, que conocen su negocio y que esperan que otros que consideran con más conocimientos de estrategia empresarial les aporten ideas para su negocio.

Repito, para su negocio, porque para hablar de campañas de televisión realizadas por mega multinacionales, en vez de acciones que sean aplicables a su negocio, a su taller de barrio de ciudad de provincias, para este viaje no son necesarias estas alforjas. Ni la carpeta, ni el bolígrafo, ni la bolsa con el eslogan del foro serigrafiado.

Quiero pensar que a los amigos talleres asistentes les ha servido para algo. Al menos para preguntarse algo: ¿te acuerdas del perfil de tu audiencia, de tu cliente, cuando promocionas tu negocio? O, por el contrario, como han hecho los organizadores de esta charla, ¿piensas en tu negocio de espaldas a tus clientes, en plan primero yo y los que asistan, los que quieran dejar el coche en el taller, que se apañen?

Porque cuando un vehículo entra por la puerta de tu taller entra también un propietario con expectativas sobre lo que va a recibir en ese foro, que es tu taller.

Si eres capaz de ser especial, lo que los de marketing llamamos “ser capaz de diferenciarte”, ya sea por el producto o el servicio de reparación que ofreces; ya por el personal, tú mismo, estando mejor formado y capacitado que el de la competencia; ya sea por la mayor facilidad que pueda tener tu cliente para reparar o mantener su vehículo en tu taller, lo que puede constituir una ventaja competitiva clave; ya sea porque tienes una buena imagen y eres percibido de forma diferente; ya sea por cualquier otro motivo, felicítate porque lo has logrado, tu foro, tu taller, esta vez sí, ha captado a su audiencia.

Y es más que probable que la audiencia, el cliente, repita.