Durante 2019 y 2020 la Junta abrió un total de 35 expedientes a talleres ilegales. El motivo: ninguno de ellos había presentado la necesaria declaración responsable.

Ha pasado un tiempo desde entonces pero su labor, y también la de la Policía adscrita a la Comunidad Autónoma, quien realizó labores de información y comprobación de la continuidad de la actividad de los talleres, está empezando a dar sus frutos. Y es que 18 de los 35 casos detectados han realizado los trámites para figurar en el Registro Industrial y regularizar su situación, por lo que podrán continuar abiertos, según informa El Diario de Almería.

De los expedientes iniciados en 2019 destacan varios casos. Uno de ellos, por ejemplo, se clausuró al no cumplir la resolución de imposibilidad de seguir ejerciendo la actividad pese a haber sido apercibido. En otros dos casos se presentaron alegaciones y se comprobó que tenían otra actividad y están pendientes de notificar o constatar si siguen abiertos 6 talleres del total detectados en los dos ejercicios.

No obstante y pese a los avances, esta cuestión sigue siendo un problema para el sector: los establecimientos que no cumplen la normativa perjudican de una forma muy seria al sector pues suponen competencia desleal para el taller. Eso sin contar con el resto de la problemática derivada de su actividad pues, tal y como explica Cetraa en este artículo, "reparar en talleres clandestinos tiene graves consecuencias para la seguridad vial de su vehículo y atenta contra sus garantías y derechos como consumidor, además de ser una práctica penada por ley".