Los mitos sobre los vehículos eléctricos e híbridos siguen circulando. ¿Es más probable electrocutarse si un coche de estas características se inunda? ¿Tienen más riesgo de incendio en caso de accidente? ¿Sus reparaciones tienen menor coste? José María Cancer, director general de Cesvimap trata de desmitificar algunas de estas cuestiones, relajando los temores o incertidumbres que pueda suponer la llegada de este tipo de vehículos a los talleres de reparación.

En cuanto a la electrocución de este tipo de coches en caso de inundación, José María ha asegurado que Cesvimap ha realizado varias pruebas sumergiendo el motor y los sistemas eléctricos de estos automóviles y no se ha producido ningún incidente. Sobre el riesgo de incendio, sostiene que estos vehículos pueden arden igual que los de combustión tradicional, y que además son sometidos a protocolos de seguridad en diseño estructural y de las propias baterías.

Las reparaciones de los vehículos eléctricos sí suelen ser más sencillas, pero lo cierto es que algunas demandan mayor cualificación que otras. Algunas revisiones necesitarán de mayor atención, tales como la puesta en seguridad del sistema de alta tensión, la desconexión del sistema de enfriamiento, mangueras u otras conexiones, así como la verificación del aislamiento y de la ausencia de tensión.

En respuesta a otras cuestiones que se plantean sobre los vehículos eléctricos, a la pregunta de si la reparación de la carrocería de este tipo de coches es más segura, la respuesta es que no, ya que el proceso de reparación es muy similar. Finalmente, José María Cancer explica que Cesvimap ha realizado varias pruebas termográficas que permiten afirmar que las baterías no se dañan al introducir el coche en una cabina de secado.

Lo que sí es cierto es que la incorporación de estos vehículos al parque automovilístico supondrá un cambio en los modelos de negocio. Cesvimap estima que en 2025, que el número de híbridos y eléctricos rondará entre el 5% y el 7% del total, siendo la cifra de híbridos tres veces superior a la de eléctricos.

En este sentido, la formación y el equipamiento serán los principios fundamentales en los que debe enfocarse el trabajo con este tipo de coches. Esto conlleva la necesidad de contar con personal más cualificado, el empleo de equipos y herramientas especiales, además de tener en cuenta que el mayor potencial de negocio estará en la sustitución de las baterías y que se reducirán los costes de mantenimiento del vehículo.

Cesvimap calcula que los beneficios por mantenimiento se verán reducidos el 75%, en la parte mecánica el 55% y respecto a los recambios, el 50%. En el lado opuesto, se prevé que aumenten las cifras en trabajos derivados de la garantía del vehículo, en el 5%, y en carrocería y pintura en el mismo porcentaje.