A apenas unos días del puente de la Constitución, en el que el día 6 se celebra el Día de la Constitución y el 8 de la Inmaculada Concepción que se traduce en fiesta el lunes en Andalucía, Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura, Comunidad de Madrid, La Rioja y Melilla, muchos conductores aprovechan este fin de semana previo para realizar una última revisión del coche antes de emprender camino a destinos turísticos el próximo jueves.

En realidad, el mantenimiento debe realizarse con asiduidad, no solo en vísperas de viajes. Pero, teniendo en cuenta que también se aproximan las fiestas navideñas y que los desplazamientos largos serán nota común en el mes de diciembre, la DGT lanza una serie de recomendaciones para realizar una revisión perfecta, la cual debe centrarse en dos aspectos fundamentales: los elementos que unen el coche al suelo y los relacionados con la visibilidad y la iluminación. Para estos últimos, un conductor con nociones básicas puede realizar las comprobaciones mínimas, pero para las primeras es fundamental "acudir a un taller especializado" y de confianza.

La DGT recomienda comprobar antes de salir de viaje los siguientes elementos:

- Neumáticos: verificar la profundidad del dibujo y que esta sea de como mínimo 1,6 mm, "aunque esperar tanto para cambiarlos no es conveniente", señala la DGT, "puesto que si el neumático no está en buenas condiciones, la frenada se alargará en condiciones de menor adherencia".

- Limpiaparabrisas: las escobillas en mal estado reducen peligrosamente la visibilidad. El síntoma evidente de que hay que cambiarlas es que dejen rastros de agua o marcas sobre el parabrisas. Y en la misma línea, hay que comprobar el nivel de líquido en el depósito.

- Alumbrado: comprobar el buen funcionamiento de todas las luces e indicadores de dirección. Eso sí, "para ajustar la altura del alumbrado de cruce y carretera o para cambiar una lámpara, probablemente deberá acudir al taller".

- Suspensión: De ella depende la estabilidad del vehículo y también afecta al desgaste de los neumáticos y a la capacidad de frenado. Si el vehículo al pasar por un badén rebota más de dos veces, es síntoma de desgaste y, en cualquier caso, conviene revisarla cada 30.000 kilómetros.

- Frenos: Fundamentales para la seguridad en la conducción, hay que revisar el sistema de frenado (pastillas, discos...) y se debe cambiar el líquido de frenos cada dos años, o entre 40.000 y 60.000 kilómetros. La frenada se alarga y se corre el riesgo de sufrir un accidente si no están en perfecto estado.

- Aceite y  filtros: la mejor recomendación es seguir las indicaciones del fabricante en lo que a cambios de aceite periódicos se refiere. Se aconsejan entre los 5.000 y los 30.000 km o cada 2 años, en función del modelo.