Reparación | El panorama de las mujeres en el taller: muchas clientas, pocas trabajadoras

Nuria Álvarez, de Conepa, define a las mujeres como "clientas bastante exigentes pero bastante fieles".

Un taller de Texas ofrece clases de mecánica para mujeres
La formación de las mujeres como profesionales del taller avanza con lentitud

Del mismo modo que a día de hoy la mujer está plenamente incorporada a la conducción, es inevitable que las mujeres ganen presencia en los talleres. Aun así, existen grandes diferencias en el papel que juegan como clientas y como profesionales, así como en la disparidad que aun existe con los hombres, sobre todo en el segundo caso.

Las mujeres, según explica Fernando López, CEO de GIPA, ven el coche como un instrumento, más como un medio que como un fin en sí mismo, por lo que no tienen tan desarrollado el concepto de propiedad como los hombres. Por este motivo, tienden a ocuparse menos del mantenimiento.

Reclaman atención y limpieza

La visión de Nuria Álvarez, responsable de Relaciones Institucionales y Comunicación de Conepa, apunta, en cambio, en otra dirección: "Cada vez hay más mujeres que llevan el coche al taller, se ha dado un paso enorme".

Álvarez señala que la experiencia define a las mujeres como "clientas bastante exigentes pero bastante fieles", que escuchan cada vez más las explicaciones que les ofrecen los profesionales del taller. Otro aspecto en el que ha influido el aumento del número de conductoras que llevan su coche a reparar es la limpieza, tanto del establecimiento como del vehículo cuando este es entregado.

Pocos avances como trabajadoras

En cambio, este avance en la presencia de la mujer como clienta del taller no se da en su dimensión de trabajadora. "Se ha avanzado muy poco", lamenta Álvarez.

Históricamente, las mujeres siempre han tenido una presencia importante en los negocios de reparación como administrativas. Pero en los trabajos técnicos, esta presencia sigue siendo baja. "Hay pocas mujeres que estudian Formación Profesional en las ramas de Automoción, e incluso buenas profesionales que comienzan a trabajar en talleres se acaban pasando a otros sectores", explica la directiva de Conepa.

Incluso en los programas formativos de Asetra se observa la baja participación femenina en los cursos técnicos. Un problema, sin embargo, que no es exclusivo de los talleres. "Pasa en toda la sociedad cuando se quiere feminizar trabajos técnicos", concluye Álvarez.

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