Reparación | Qué obligaciones tiene el taller con el cliente

Entre otras, está la de exhibir al público los precios aplicables a la hora de trabajo y a los gastos diarios de estancia.

Taller mecánico
Taller mecánico

El taller tiene una serie de obligaciones que cumplir con el cliente cuando este lleva su vehículo al negocio y, además, conviene que el usuario las conozca para establecer un servicio y una relación profesional de calidad, según detalla el RACC en un artículo en su blog.

- Entre las obligaciones del taller, está la de exhibir al público los precios aplicables a la hora de trabajo y a los gastos diarios de estancia. Además, si es un taller oficial de marca, debe informar de las tarifas de las piezas utilizadas en sus reparaciones.

Asimismo, el usuario tiene derecho a un presupuesto escrito con validez mínima de 12 días hábiles. Si el vehículo tiene que permanecer en el taller, este deberá entregar un resguardo de depósito salvo que se haya firmado presupuesto previo. Los servicios cubiertos por garantía tienen carácter prioritario.

- Solo podrá reparar si tiene el consentimiento expreso del presupuesto del cliente. Además, si apareciesen averías durante la reparación (previamente aceptada), debe informar de las mismas y del coste de su reparación. Únicamente en caso de tener nueva conformidad podrá reparar.

Si el usuario no aceptara el presupuesto, el taller deberá devolverle el vehículo en las mismas condiciones en las que lo entregó. En este caso, el cliente deberá abonar el importe correspondiente a los trabajos indispensables que haya tenido que realizar el taller para hacer el diagnóstico de la avería.

- Los talleres están obligados a utilizar elementos, piezas o conjuntos nuevos y originales de marca o bien nuevos y de marca. Podrán usar elementos reconstruidos (piezas originales de marca o de marca que han sido reparados) siempre que haya conformidad escrita por parte del cliente y que el taller garantice, también por escrito, que están en buen estado y que ofrecen suficiente garantía. Solo podrán utilizar piezas usadas si no afectan a los sistemas de frenos, suspensión o dirección del vehículo por razones de urgencia, cuando los modelos se hayan dejado de fabricar o cuando estén expresamente aceptadas por escrito por el cliente. También en este caso, deberán garantizar por escrito que están en buen estado y que ofrecen garantía.

El taller debe disponer de un documento justificativo del origen y el precio de las piezas de recambio utilizadas. Además, está obligado a entregar las piezas que han sido sustituidas.

- No es obligatorio facilitar un vehículo de cortesía mientras el del cliente está siendo reparado. Ahora bien, la reparación y la entrega del vehículo deberán realizarse en un tiempo razonable. En caso contrario, el cliente podrá reclamar los daños y perjuicios causados.

- Una vez reparado el vehículo, el taller debe entregar factura escrita, firmada y sellada, debidamente desglosada. Si el usuario se negara a abonarla, podrá retenérsele el vehículo.

Además, también podrá cobrar gastos de estancia o 'pupilaje' si, habiendo comunicado que ya se ha hecho presupuesto o reparado el vehículo, pasan más de tres días hábiles sin que el propietario se pronuncie al respecto o retire el vehículo del taller.

- Toda reparación tiene una garantía por lo menos de 3 meses. En caso de vehículos industriales, caduca a los 15 días. De todos modos, se extinguirá cuando el vehículo haya recorrido 2.000 kilómetros. La garantía cubre todos los gastos que se puedan ocasionar, como mano de obra, desplazamiento y materiales aportados.

Las piezas que se hayan incluido en la reparación no están condicionadas por la garantía de la misma. Si se han utilizado piezas nuevas, tendrán una garantía de dos años, y si son de segunda mano, como mínimo de uno.

De producirse una avería dentro del periodo de garantía, el taller deberá repararla de forma gratuita. Si el taller se negara a hacerlo, se le podría hacer un peritaje de opinión, con el fin de poder acreditar que la avería que se manifiesta está directamente relacionada con la reparación realizada y, por lo tanto, hay responsabilidad por parte del taller, ya sea porque ha habido una negligencia en la intervención o porque la pieza utilizada es defectuosa.

Si, a pesar de tener un peritaje favorable, el taller se negara a reparar en garantía, el cliente podría acudir a la vía de consumo o iniciar vía judicial. Podrá reclamar los daños y perjuicios ocasionados.

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