El sobrecalentamiento de un motor es el principal indicio de avería que puede sufrir un vehículo. Ver salir humo del capó es uno de los grandes temores de los conductores y, aunque hay veces en las que es un fallo momentáneo, en la mayor parte de los casos obliga al usuario a pasar por el taller.

Como indicio de avería, el fallo puede venir de diferentes componentes del motor del coche. Cuando ocurre es porque el motor está funcionando a una temperatura muy superior a la recomendada, unos 90ºC, según explican desde SPG Talleres.

Lo más probable es que la avería proceda de un fallo en el sistema de refrigeración del vehículo, aunque las causas pueden ser varias. Es probable que exista una fuga en el circuito, que los manguitos que llevan el líquido al radiador estén obstruidos (y por lo tanto no cumplen su función, aumentando la temperatura) o que lo esté la bomba de agua. 

Sin embargo, este sistema cuenta con otros elementos que pueden causar el fallo. Por ejemplo el termostato y el ventilador. En el primer caso, si falla no se drenará líquido al motor y se sobrecalentará. En el segundo, al activarse cuando el radiador no recibe aire (al conducir a baja velocidad, por ejemplo) para descender las temperaturas bajo el capó, si no lo hace el motor queda expuesto a unas temperaturas muy altas.  

Para evitarlo, desde SPG señalan que la mejor arma es realizar una correcta revisión y mantenimiento al vehículo, que detecte posibles fallos en estos componentes y evite que aparezcan averías más serias.  

Estas revisiones indicarán los principales puntos que evitan un sobrecalentamiento, como usar un refrigerante de alta calidad (que habría que renovar cada dos o tres años), asegurar que no existan fugas en el sistema o purgar el anticongelante.