Metas más flexibles en plazos y porcentajes. Así es la nueva normativa sobre diseño, reutilización y reciclado en el sector del automóvil que el Parlamento Europeo y el Consejo han aprobado este 9 de septiembre rebajando la ambición de la propuesta inicial de la Comisión Europea para aumentar el uso de plástico reciclado en los futuros coches, Se suaviza, de este modo, la transición hacia la economía circular en el sector del automóvil.
De este modo, con 431 votos a favor, 145 en contra y 76 abstenciones, la Eurocámara fijó este martes su posición de cara a la negociación final, en la que reclama que el plástico utilizado en cada nuevo tipo de vehículo contenga al menos un 20% de plástico reciclado en un plazo de seis años desde la entrada en vigor de las normas.
No osbtante, la medida es más ambiciosa que el planteamiento del Consejo, que reclama que la exigencia sea sólo del 15% a los seis años, 20% a los ocho y 25% a los diez, ambas instituciones rebajan el nivel respecto a la propuesta original presentada por la Comisión Europea en julio de 2023. En este sentido, los eurodiputados proponen que el ratio de plástico reciclado aumente al 25% en diez años una vez entre en funcionamiento la normativa, si existe "suficiente plástico reciclado disponible a precios no excesivos", precisó el Parlamento Europeo en un comunicado.
Para todos los vehículos, desde el diseño hasta el final de vida útil
El texto legislativo pretende introducir nuevas normas de circularidad de la UE para cubrir todo el ciclo de vida de los vehículos, desde el diseño hasta su tratamiento final al término de su vida útil. Además, se aplicarán a todos los vehículos, excepto los de uso especial, los diseñados y fabricados para las fuerzas armadas, la defensa civil, los servicios de bomberos y emergencias médicas, así como los vehículos de interés histórico o cultural especial.
Con esta medida, se pretende dotar de una segunda vida a la mayor parte de componentes del vehículo, que los futuros vehículos incorporen un diseño en origen que permita "la fácil extracción del mayor número posible de piezas por parte de instalaciones de tratamiento autorizadas, con vistas a su sustitución, reutilización, reciclaje, remanufactura o reacondicionamiento, siempre que sea técnicamente posible", recordó la Eurocámara.
En esta línea, los parlamentarios comunitarios también quieren que la Comisión introduzca objetivos para el acero y el aluminio reciclados, y sus aleaciones, tras un estudio de viabilidad, así como una "mejor distinción entre vehículos usados y vehículos al final de su vida útil, con prohibición de exportar estos últimos". De hecho, tres años después de la entrada en vigor de las nuevas normas, los fabricantes tendrían que cubrir el coste de la recogida y el tratamiento de los vehículos que han llegado a su fase final de vida útil (responsabilidad extendida).
La intención es "evitar sobrecargar a la industria, aseguramos objetivos realistas y garantizamos menos burocracia y una competencia justa", declararon los ponentes del texto en la Eurocámara, el conservador alemán Jens Gieseke y el democristiano lituano Paulius Saudargas.
Negociaciones interinstitucionales "sin demora"
Tras esta aprobación, los próximos pasos en la hoja de ruta de la norma, dado que el Consejo ya adoptó su posición a principios de este mismo verano, pasan por las negociaciones interinstitucionales que, el propio Parlamento Europeo vaticina que comenzarán sin demora.
En 2023, se fabricaron 14,8 millones de vehículos de motor en la UE, mientras que se matricularon 12,4 millones. Actualmente circulan 285,6 millones de vehículos de motor por las carreteras de la UE y, cada año, alrededor de 6,5 millones de vehículos llegan al final de su vida útil, según datos facilitados también por la Eurocámara.