Europa ha respaldado este 17 de junio los nuevos objetivos para componentes de plástico en vehículos en cuanto a su reciclado al término de su vida útil. Así, se fijan requisitos para asegurar que los nuevos automóviles tengan un diseño que favorezca su reutilización. Esta propuesta tambén atañe a la estrategia de circularidad apostando por la categoría del vehículo y no su modelo como factor crucial.
De esta manera, los Veintisiete, por medio del Consejo Europeo, -que permite comenzar negociaciones con el Parlamento Europeo después de que este adopte su posición-, han delimitado tres etapas para alcanzar el objetivo de un porcentaje mínimo de contenido plástico reciclado en los vehículos. De esta manera, una vez consumada la entrada en vigor del reglamento, el objetivo de reciclado de plástico en vehículos será del 15% a los seis años; del 20%, a los ocho años y del 25%, diez años después de su puesta en marcha.
Pese a estas pautas, desde la Comisión se podrá establecer excepciones temporales a estos objetivos, siempre y cuando se produzca una escasez de plásticos reciclados o precios excesivos. Del mismo modo, los vehículos deberán incluir una cuota mínima de materiales reciclados distintos del plástico, tras efectuar un estudio de viabilidad.
En este sentido, con vistas a reducir la carga de los fabricantes de vehículos, desde el Consejo se propone una novedad sustancial y es que la estrategia de circularidad se establezca por categoría de vehículo --turismos, furgonetas-- y no por su modelo.
Asimismo, esta nueva hoja de ruta del Consejo también atañe y especifica dónde deben entregarse los vehículos al final de su vida útil y cómo deben tratarse. Igualmente, se prohibirá la trituración mixta de vehículos fuera de uso con otros residuos, a menos que se cumplan determinados criterios de calidad y valores límite.
Finalmente, tratando de reducir el número de vehículos desaparecidos, la posición negociadora del Consejo estipula que los controles aduaneros, para verificar que sólo se exporten desde la UE vehículos en condiciones de circular, deben estar totalmente automatizados y seguir basándose en los principios vigentes de gestión de riesgos.