Del 19 de mayo al 6 de octubre. Casi seis meses. Es lo que ha durado la denominada operación "Ghost Motor", puesta en marcha por la Policía Municipal de Madrid y que ha desarticulado un taller ilegal ubicado en el Distrito de Salamanca. Allí, se desmantelaban motocicletas robadas para comercializar sus piezas como si provinieran de vehículos accidentados.
Según informa MadridActual, el cierre de la investigación tuvo el citado 6 de octubre con la captura de dos individuos en el taller, que afrontan cargos por robo con fuerza de vehículos, según ha comunicado la propia Policía.
De esta forma, el modus operandi se ponía en marcha cuando el taller clandestino recibía motocicletas robadas y, tras desarmarlas, especialmente los motores, utilizaban estos componentes en otras motocicletas que estaban en proceso de reparación. La investigación fue llevada a cabo por la Comisaría de Coordinación Judicial del Distrito de Salamanca en Madrid.
Durante la intervención, los agentes descubrieron un cuarto oculto detrás de un panel de cartón y yeso, así como dos fosos cubiertos por tablones de madera. En estos espacios, hallaron cinco motocicletas robadas listas para ser desmanteladas y diez motores correspondientes a motos registradas como sustraídas.