Pese a que los centros de reparación de vehículos son considerados como esenciales en el estado de alarma decretado por el Gobierno, el menor uso que se está haciendo de los automóviles estas últimas semanas ha provocado que muchos de estos negocios hayan tenido que acogerse al ERTE.

Es el caso de los establecimientos de Asturias, donde trabajan unas 4.000 personas, tal y como publica Radiotelevisión del Principado de Asturias. De esta forma, el 90% de los talleres de esta comunidad han tenido que cerrar sus puertas debido a la baja o nula actividad estos días, según la Asociación del Automóvil del Principado (Aspa).

La mayoría de los negocios que permanecen abiertos solo trabajan en caso de emergencia y ni siquiera la totalidad de la plantilla. Debido a esta situación, la patronal estima que el este sector se encuentra gravemente afectado por las exigencias gubernamentales adoptadas como consecuencia de la expansión del COVID-19. Los últimos datos revelan que el 85% de los vehículos de la mencionada región se encuentran parados.

Por otro lado, los profesionales del sector recomiendan que antes de volver a poner los coches en movimiento tras de varias semanas sin utilizarlos, es recomendable comprobar el estado de los frenos y las baterías.