Los sistemas de conectividad siguen evolucionando de tal forma que no sólo permiten la recopilación de datos para la monitorización de los vehículos si no que la información que acumulan va a permitir la conexión con otros vehículos, incluso, con los sistemas de información de carreteras.

Esta información permitirá el total desarrollo de la conducción autónoma en la que ya trabajan a pleno rendimiento tanto fabricantes de vehículos como de componentes. En este sentido, Fernando Moreno, director de Ventas de Automoción de Robert Bosch España ha señalado durante la celebración del XXIX Congreso de Ancera que, “en 2020 la conducción podrá ser autónoma, sin que el conductor participe, en algunas vías como autopistas e incluso haciendo adelantamientos”.

De este modo, la conectividad y la recopilación de datos en la nube permitirá que, por ejemplo, en caso de accidente, un vehículo que detecte dicho siniestro pueda informar de dicha incidencia al resto de coches que circulan en las proximidades. Incluso, los paneles luminosos de las carreteras podrán recoger esa información para avisar a usuarios que circulen fuera de ese rango de envío de información entre vehículos.

Otra de las novedades que llegará con el coche conectado es el taller conectado que, según Bosch, tendrá múltiples ventajas y oportunidades. Una vez que el coche conectado envía información al taller, éste la recoge en sus equipos de diagnosis, también conectados, donde se analizará la información y, además del aspecto técnico de la operación, el usuario podrá conocer hasta el precio de dicha intervención.

Como conclusión, Moreno ha señalado "este tsunami del coche conectado va a llegar y la distribución será un elemento más en este negocio”.