Reparación | La apuesta única por el eléctrico conllevará la pérdida de medio millón de empleos en la UE

Clepa alerta de que 501.000 empleos de proveedores de automoción que fabrican componentes del sistema de propulsión del motor de combustión interna (ICE) queden obsoletos si la tecnología se elimina gradualmente para 2035.

Clepa propone un enfoque de tecnología mixta, que permita el uso de combustibles renovables
Clepa propone un enfoque de tecnología mixta, que permita el uso de combustibles renovables

Tras encargar Clepa, la Asociación Europea de Proveedores de Automoción, a PwC Strategy& la evaluación del impacto del Pacto Verde en el empleo y el valor agregado entre los proveedores de automoción de toda Europa en 2020-2040 desde tres puntos de vista: tecnología mixta, solo vehículo eléctrico (propuesto por “Fit for 55”) y aumento radical de EV, Strategy& señala que las tres hipótesis asumen una electrificación acelerada para cumplir los objetivos medioambientales, con una cuota de mercado de más del 50%, casi el 80% y cerca del 100%, respectivamente, para los vehículos eléctricos en 2030.

Pero, reconoce Clepa, que la actual propuesta “Fit for 55” sobre normas de emisiones de CO2 para automóviles y furgonetas solo se fija en las emisiones que salen del tubo de escape del vehículo, ignorando las emisiones relacionadas con la producción de vehículos o los combustibles que utilizan, incluida la forma en que se genera la electricidad. Para incentivar las tecnologías con menor huella de carbono total, las emisiones de los vehículos deberían regularse en función de su ciclo de vida, con un enfoque “del pozo a las ruedas” como primera medida, que considere la producción y distribución del combustible/electricidad utilizados para alimentar un vehículo. La reducción de emisiones en cuanto a la producción de combustibles/energía debe reconocerse al determinar el cumplimiento de las normas sobre CO2, por ejemplo, mediante la introducción de un mecanismo de crédito voluntario, que ofrece una opción adicional para que los fabricantes de automóviles cumplan los objetivos de toda la flota con volúmenes adicionales de combustibles renovables.

Pérdidas de puestos de trabajo

Los 226.000 nuevos puestos de trabajo previstos en la producción de sistemas de propulsión de EV (suponiendo una cadena de baterías de la UE), suponen una pérdida neta de 275.000 puestos de trabajo (43% empleos menos) proyectados de aquí a 2040. Se prevé que 501.000 empleos de proveedores de automoción que fabrican componentes del sistema de propulsión del motor de combustión interna (ICE) queden obsoletos si la tecnología se elimina gradualmente para 2035. De ese medio millón de empleos, el 70% (359.000) probablemente se perderá en un período de 5 años, de 2030 a 2035, lo cual destaca el limitado plazo existente para gestionar considerables repercusiones sociales y económicas.

Por ello, Clepa propone un enfoque de tecnología mixta, que permita el uso de combustibles renovables, pues conseguiría una reducción del 50% de CO2 para 2030 manteniendo el empleo y creando valor agregado.

Tiempo para la transición

La apertura tecnológica le proporciona a la industria el tiempo necesario para la transición, a la vez que atenúa la perturbación social que a menudo llevan aparejados los cambios abruptos, sin comprometer el medio ambiente. Una transición planificada y seria que consista en un enfoque de tecnología mixta mantiene abiertas las opciones para adaptarse a los nuevos acontecimientos, ya sean avances tecnológicos, eventos geopolíticos o disponibilidad de recursos, y al mismo tiempo, presenta importantes oportunidades de creación de valor en la industria automovilística, uno de los mayores activos industriales de Europa. En este sentido, la secretaria general de Clepa, Sigrid de Vries, aboga por un enfoque de tecnología abierta, que incluye una electrificación rápida junto con energía limpia y renovable, complementada por tecnología de combustión limpia con combustibles renovables sostenibles. “Hay más opciones que la de simplemente cero emisiones en el tubo de escape y debemos reconocer el papel que los combustibles climáticamente neutros pueden desempeñar para reducir las emisiones, preservar las opciones del consumidor, un nivel asequible y para mantener la competitividad global de Europa. Aquí la tecnología no es el enemigo, sino más bien los combustibles fósiles, y la apertura tecnológica será fundamental para lograr una transición justa”.

Riesgo para el empleo

El sector de la fabricación de automóviles ocupa a alrededor del 5% de trabajadores en 13 Estados miembros de la UE, de los que más del 60% trabajan para proveedores de automoción. El estudio busca proporcionar una evaluación a nivel europeo y detectar riesgos y oportunidades en 7 de los principales países productores de componentes de automoción (Alemania, España, Francia, Italia, República Checa, Polonia y Rumanía). Además, es el primero en evaluar el impacto de diferentes vías para alcanzar los objetivos del Pacto Verde, centrándose en los proveedores de automoción.

Si bien los fabricantes de automóviles tienen mayor capacidad para desinvertir o internalizar actividades para compensar una pérdida de actividad en el ámbito del sistema de propulsión, los proveedores de automoción no pueden reaccionar con tanta agilidad, ya que están obligados por contratos de larga duración con los fabricantes de vehículos. Además de las grandes multinacionales de equipos y componentes, el sector está formado por cientos de empresas especializadas y pymes con menos acceso al capital para invertir en la transformación de sus modelos de negocio.

Con el enfoque de solo vehículos eléctricos, el estudio pronostica que el 70% del impacto en el empleo se dejaría notar ya entre 2030-2035 y corrobora que las oportunidades del vehículo eléctrico dependen del establecimiento de una amplia cadena de suministro de baterías en la Unión Europea, cuyo momento y probabilidad aún son inciertos. Los países de Europa Occidental parecen estar mejor situados para ser bastiones en la producción de sistemas de propulsión de vehículos eléctricos, mientras que el empleo en los países de Europa Central y Oriental seguirá dependiendo en gran medida del motor de combustión interna.

Henning Rennert, Socio de PwC Strategy& Alemania, afirma que si bien, por un lado, la electrificación pone en riesgo el empleo relacionado con el sistema de propulsión, en el futuro la fuerza laboral necesitará otras habilidades en áreas como el software o la infraestructura. “El valor agregado y la creación de empleo en tecnologías del sistema de propulsión en el futuro van a depender de la producción local de baterías en Europa".

Por su parte, Sigrid de Vries explica que el estudio destaca los riesgos de un enfoque centrado únicamente en vehículos eléctricos para la subsistencia de cientos de miles de personas, que se esfuerzan por encontrar soluciones tecnológicas para una movilidad sostenible. “Como los proveedores de componentes de automoción son responsables de la mayoría del empleo en la industria automovilística, es crucial que pongamos los empleos de los proveedores de automoción en un primer plano a la hora de gestionar el impacto social y económico de la transformación. Las innovaciones de los proveedores de automoción han hecho que la movilidad eléctrica sea cada vez más accesible para los consumidores y un instrumento fundamental para cumplir los objetivos de reducción de emisiones. Pero las necesidades de la sociedad son demasiado diversas para un planteamiento único”, asegura y añade que un marco regulatorio que esté abierto a todas las soluciones disponibles -como el uso de tecnologías híbridas, hidrógeno verde y combustibles renovables sostenibles- “permitirá la innovación, a medida que vayamos redefiniendo la movilidad en las próximas décadas”.

El director general de la Asociación Española de Proveedores de Automoción (Sernauto), José Portilla, ha mostrado su satisfacción por presentar este primer e importante estudio sobre el impacto de la electrificación en el empleo, elaborado por Clepa y en el que Sernauto ha jugado un papel muy activo. Señala Portilla que “el sector de componentes en España da empleo de calidad y estable a 225.000 personas de forma directa, de las cuales, 72.000 están relacionados con el sistema de propulsión de motor de combustión interna. Este estudio anticipa la potencial evolución del empleo en este proceso de transición ecológica y tecnológica en el que está inmerso el sector de la automoción en España, y de manera relevante, el sector de fabricantes de componentes, y brinda una perspectiva a medio y largo plazo de los impactos de estos procesos en el empleo”.

Baterías: futuro incierto

El estudio corrobora que hasta 70.000 millones de euros (70%) de la creación de valor relacionada con los sistemas de propulsión eléctricos estarán vinculados al procesamiento de materiales de baterías, la producción de celdas de batería y módulos de celdas, y el ensamblaje de sistemas de baterías. Es importante destacar que estas actividades no se realizarán necesariamente con las mismas empresas o en las mismas regiones, ya que requieren habilidades y conocimientos muy diferentes en comparación con la tecnología convencional de sistemas de propulsión y, por lo tanto, es poco probable que brinden oportunidades a la mayoría de los proveedores de automoción orientados al sistema de propulsión y, especialmente, a las pequeñas y medianas empresas, que emplean a alrededor del 20% de las personas que trabajan en la industria de los proveedores de automoción. Investigaciones anteriores de Clepa mostraban que la producción de baterías proporciona relativamente más empleos para los trabajadores con formación académica y menos para los trabajadores mecánicos, que actualmente fabrican piezas relacionadas con el motor de combustión interna.

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