Solera ha realizado un informe, denominado ‘La posventa sostenible’, en el que señala que el parque de 220.000 vehículos situado en las localidades más pobladas de Málaga (Málaga capital, Marbella, Mijas, Vélez-Málaga, Torremolinos, Benalmádena, Fuengirola y Estepona), genera en los talleres una facturación de 52 millones de euros anuales. A causa de la implantación de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en ciudades de más de 50.000 habitantes se prohibirá la entrada a los vehículos que carezcan de etiqueta, lo que implicará que estos negocios sufran pérdidas de 26 millones, en torno al 5,4% de los ingresos anuales.
El informe forma parte del realizado para toda España, presentado en el Congreso de Faconauto, en el que se avisa de que el daño sería similar en el resto de España. En concreto, se producirá una reducción del orden de 568 millones de euros, el 4% de la facturación anual. Solera también llama la atención sobre el riesgo al que va a tener el empleo de estos negocios, especialmente con los que trabajan con este tipo de coches más antiguo.
Parque móvil antiguo
El estudio que ha sido presentado en una jornada de Faconauto, celebrado en Málaga el pasado miércoles, señala que en España hay 8 millones de vehículos que, por sus características, no podrán disponer de etiqueta para poder circular por las ZBE. Asimismo, explica que 4,1 millones se encuentran en alguno de los más de 150 municipios españoles obligados a desplegar a corto plazo este control de acceso de vehículos a las citadas zonas.
Según informa La Opinión de Málaga, en la provincia habría unos 323.000 vehículos sin etiqueta, de los que 220.000 se encontrarían en algunos de los ocho municipios que, por población (mencionados anteriormente), tendrán una ZBE. También recuerdan que, el actual parque de vehículos en la provincia de Málaga supera el millón de unidades.
Zonas de bajas emisiones
La implantación de las ZBE en ciudades de más de 50.000 habitantes, que entró en vigor el pasado 1 de enero, preocupa al sector de la automoción por el impacto económico negativo que puede generar en el ámbito de los talleres y servicios de posventa. Restringirán en sus áreas el tráfico a los vehículos de más antiguos de su grado de contaminación. El temor que tienen los talleres es que esta normativa propicie que los propietarios de estos coches opten por ‘jubilarlos’, eliminando así un parque móvil cuyas reparaciones suponen una parte significativa de los ingresos de muchos pequeños talleres.
El responsable de desarrollo de negocio de Solera, José Luis Gata, ha declarado que "en España son mayoría los talleres pequeños, negocios que han podido alimentarse del envejecimiento del parque”. A esto añade que la implantación de las ZBE “les afecta de lleno, ya que los vehículos que ahora reparan solo tienen tres destinos posibles y ninguno les favorece: mudarse al pueblo, acabar en el desguace o estar aparcados indefinidamente sin poder circular”.
